El Ayuntamiento de la capital de La Plana apremia a la Diputación de Castelló a intervenir con carácter de urgencia en la Piscina Provincial para solucionar los problemas de insalubridad, que se han traducido en un aumento de la población de mosquitos en el bulevar Blasco Ibáñez. Y no solo eso, también en una repentina proliferación de colonias de ratas.
El pasado miércoles, la vicealcaldesa, Ali Brancal, remitió una solicitud de actuación a la institución que preside Javier Moliner, propietaria de la instalación deportiva, a la que además trasladó la preocupación vecinal por la grave situación. La munícipe, que un día antes había asistido a la Junta y Consell de Distrito, informó al diputado de Deportes, Luis Martínez, que la falta de mantenimiento desde el cierre, el pasado 31 de julio, ha provocado que el agua estancada del vasco exterior esté completamente cubierta de una capa de algas, convirtiéndose en «un foco de infecciones», como denunció el presidente de la asociación vecinal, Ignacio Dordá, a este periódico el pasado lunes.
Aunque Moliner aseguró el 28 de agosto el inicio de los trabajos de limpieza y acondicionamiento después de que, en su resolución, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Castelló acordara la entrada de la diputación al interior de la piscina al «efecto de conservación, mantenimiento, así como de inventariar el estado de las instalaciones», la realidad es otra bien distinta. Así lo aseguran los residentes del inmueble situado en la calle José Barberá Cepriá, que diariamente observan con preocupación cómo el agua de la piscina exterior sigue oscureciéndose a medidas que avanzan las semanas. Además, la amplia pradera de césped, utilizada por los usuarios como zona de esparcimiento y para tomar el sol, ha pasado a mejor vida, dando paso a un solar de tierra en el que únicamente sobreviven los árboles y los setos.
La AAVV Blasco Ibáñez insiste en que en las últimas semanas las quejas de los residentes por mosquitos y ratas se han disparado. Incluso, alguno de los vecinos han informado de ello al ayuntamiento a través de denuncias.
«Por lo que nos cuentan los vecinos no se está haciendo ningún mantenimiento en las instalaciones exteriores de la piscina y queremos una solución. Nos preocupa que el agua esté llena de bichos y haya ratas en la zona», subraya Dordá.
En la Junta de Distrito del martes, la asociación mostró a Brancal su intranquilidad por el deficiente estado que presenta la Piscina Provincial. En este sentido, la vicealcaldesa comunicó al representante del colectivo que el ayuntamiento seguirá el cauce habitual para este tipo de situaciones, cuando la instalación no es de propiedad municipal. Esto es, avisar a su titular (en este caso, la diputación) del problema para que lo solucione cuanto antes.
Mientras tanto, la reapertura del complejo deportivo continúa siendo una incógnita a consecuencia del bloque judicial por el pulso que mantiene la institución de Moliner con la ex adjudicataria, Aiguagest, cuya declaración de insolvencia todavía no ha sido publicada por el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme).
