tras semanas de debate y de leer (y releer) informes para saber que está pasando en el Consorcio de Residuos; tras intentar entender cómo hemos llegado hasta aquí, y lo más importante, cómo saldremos; la idea que se fija en mi cabeza es la del gigante con pies de barro.

Viendo a los gestores, presidentes y gente de la junta en general defender su gestión basándose en el mantra "la gestión se hizo correctamente según el contrato", empiezo a sospechar que la mejor defensa es tirar la culpa al que se ha ido. Y es que posiblemente el Consorcio de Residuos no ha generado déficit con los años de una forma casual, sino que en el germen de su nacimiento ya se veían las debilidades aunque algunos pensaron que se corregirían con el tiempo.

Cuando un emprendedor decide emprender un nuevo negocio las primeras cosas que analiza es el posible mercado que puede abarcar (clientes, volumen de negocio?) y arreglo a sus previsiones analiza la inversión necesaria. Dicha inversión tiene un coste fijo (las infraestructuras necesarias para el negocio) y uno variable (los materiales que se consumen en el día a día del negocio). Así pues, todos sabemos que del resultado de combinar los costes sale el precio final de producción.

En el Consorcio de Residuos estos cálculos deberían basarse en el coste de las infraestructuras y el coste del tratamiento de residuos. Para saber el coste anual de las infraestructuras parece fácil pensar que dividiendo el coste total por los años del contrato de concesión nos saldrá la amortización anual de las infraestructuras a las cuales sumamos el coste anual del tratamiento de basuras y nos daría el coste de la Tasa anual que deben pagar los usuarios del Consorcio.

Pues nada de esto se formuló de esta forma. De modo muy optimista se cargó todo el coste anual de las infraestructuras y tratamiento al volumen de basura tratada en el consorcio: Coste anual/Toneladas tratadas al año. A más toneladas de basura tasas más baratas al eliminar el coste fijo, pero a menos basura tasas más altas. ¿Y si no entraba basura? El consorcio planeó dos líneas de tratamiento de basura: Los residuos sólidos urbanos y los residuos orgánicos.

Los residuos orgánicos debían ser los municipios quienes prepararan su plan de recogida selectiva para enviar a la planta de tratamientos, cosa que ningún municipio lo hizo hasta 2014 por lo que la planta de revalorización de residuos recibido en los años anteriores 0kg de basura al año. Costes del tratamiento / 0kg = 0? al año pagados a la empresa?.pero,¿¿ Y la amortización de la inversión para estos años?? No se ha pagado. Para cuadrar las cuentas se aprobó poder traer basura de otros consorcios para subir la cantidad de basura tratada?pero fueron las cuentas de la lechera y no entraron ni la mitad de toneladas previstas. Quizás los números solo eran para salvar las cuentas en el papel y no para resolver realmente el problema.

Ahora los usuarios del consorcio deberán pagar en los 14 años restantes del contrato toda la inversión realizada. Ya sabemos de dónde salió el cascabel, ahora, ¿quien se lo pone al gato?.