El choque arrancó con dominio del Deportivo, que cogió descolocado a un Eibar no habituado a jugar con tres centrales, y de ahí llegó la primera clara ocasión, en un mano a mano que Dmitrovic detuvo a Andone en el minuto 6 de partido. Poco a poco, los armeros se fueron haciendo con el control del balón y la posesión pasó a ser del Eibar. Fruto de ella llegó la ocasión de Kike García, que salvó Francis cuando aún no se había cumplido el primer cuarto de hora de partido.

Los gallegos trataban de ser más verticales para llegar al área contraria y zafarse de la intensa presión en todo el campo que propuso Mendilibar, mientras que los eibarreses optaban por tener más tiempo el balón para buscar la mejor opción de ataque, algo que tampoco terminaban de encontrar. Los últimos quince minutos dejaron mucha intensidad, y poco más.

La necesidad de puntos de guipuzcoanos y gallegos propició que ambos equipos saltasen al terreno de juego algo más desatados, aunque sin querer desguarnecer la defensa en ningún momento. El partido fue entrando en un momento de calma tensa. Daba la impresión de que ninguno quería perder, al menos, el punto con el que ambos saltaron al terreno de juego. Y así fue.