La industria azulejera castellonense, al igual que la del resto de la Unión Europea, estará protegida de la competencia desleal de China al haberse prorrogado hasta el 23 de noviembre de 2022 las medidas contra la importación de pavimentos y revestimientos cerámicos con aranceles aduaneros que, según las empresas y el tipo de producto, van del 30,6 % al 69, 7 % de su valor.

Unos aranceles que se han traducido en una considerable reducción de la entrada de cerámica china en Europa: en 2011 se importaron 40 millones de metros cuadrados, y en 2016 se pasó a los cinco millones de metros cuadrados, lo que supone un descenso de un 87 %.

«La renovación de las medidas es vital para permitir a la industria azulejera europea, que representa alrededor de 60.000 empleos directos, de los que 15.500 corresponden al clúster castellonense; pueda seguir siendo competitiva, operar en igualdad de condiciones y continuar invirtiendo e innovando en Europa», según ha manifestado el presidente de la Federación Europea de Fabricantes de Baldosas Cerámicas (CET), José Luis Lanuza, quien subraya que lejos de mejorar las prácticas dumping de China que en 2011 motivaron las sanciones iniciales, «su política de precios todavía es más agresiva debido a su capacidad productiva ociosa, que se estima que puede llegar a los 6.000 millones de metros cuadrados al año, cifra que sextuplica toda la producción y consumo de la Unión Europea». La Comisión ha estimado que la capacidad productiva instalada en China es de 17.000 millones de metros cuadrados. En este sentido hay que subrayar que en 2016 la industria azulejera española produjo 492 millones de metros cuadrados, de los que el 95 %, aproximadamente, salieron de los hornos de la provincia de Castelló.

De esta manera, todos los países de la Unión Europea están protegidos contra la cerámica china, incluso Reino Unido hasta el el brexit se haga efectivo, «y entonces será una decisión del Gobierno de Londres el tomar o no medidas contra la entrada de pavimentos y revestimientos de China», afirma Lanuza.

Próximo objetivo

Y una vez que se ha conseguido frenar la entrada de cerámica procedente de China, ahora Ascer y el resto de productores azulejeros europeos (Austria, Bulgaria, República Checa, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Holanda, Polonia, Portugal, Rumanía y Reino Unido) ponen la lupa en las importaciones procedentes de India que, a pesar de que de momento todavía son pequeñas, «cada año se doblan y, además, la política de precios es la misma que la de China», subraya el secretario general de Ascer, Pedro Riaza, que señala a India como el futuro mayor riesgo que tiene la industria azulejera española y europea por delante.

En cualquier caso, más allá de las políticas comerciales basadas en los bajos precios, como es el caso de China e India, «existen otros muchos países que practican el dumping social, dumping medioambiental y dumping energético al no competir todos los productores con las mismas reglas», señala Lanuza, quien califica a la CET como «defensora del libre mercado, pero jugando todos con las mismas cartas, porque los estándares europeos son muy superiores a los del resto de países productores de cerámica, y entendemos que todos debemos cumplir las mismas reglas o, si no, ponerle trabas económicas».

El presidente de Ascer, Isidro Zarzoso; y el presidente de CET han querido mostrar su especial agradecimiento «a las 3 empresas muestra españolas y las otras 6 de otros países de la Unión Europea por su colaboración y esfuerzo. También a los distintos organismos que han participado: a la CET, a los servicios de defensa comercial de la Comisión Europea y la Secretaria de Estado de Comercio del Gobierno de España». El presidente ha puesto en valor la importancia de afrontar este tipo de procedimientos a nivel europeo, «desde la perspectiva sectorial de agrupación unida y organizada», ha puntualizado.