El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo este lunes un encuentro privado con el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, tras el acto institucional de inauguración del AVE Madrid-Castelló, cuyo servicio comercial se ha iniciado hoy.

El retraso de 32 minutos con el que llegó el convoy aceleró la visita y Rajoy estuvo poco menos de 45 minutos en la diputación, antes de volver a la estación de Castelló para coger el tren de vuelta a Madrid. Rajoy firmó en el libro de honor ya que, según apuntaron desde la diputación, se trata de la primera visita de un presidente de Gobierno a la institución desde la restauración de la democracia en España.

Tras firmar en el libro de honor, Moliner presentó uno a uno a los diputados de su equipo de gobierno al presidente Rajoy, antes de reunirse en privado con Moliner.

Desde la institución se encargaron de resaltar el carácter privado de la reunión y en matizar que el resto de la delegación institucional que acompañaba a Mariano Rajoy en el tren inaugural del AVE Madrid-Castelló se quedó en la estación. Incluido el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna y los responsables orgánicos del PP en la Comunitat Valenciana y en Castelló, Isabel Bonig y Miguel Barrachina, respectivamente.

La celebración de la cita no es casual y coincide con la tormenta judicial que ha desatado la confesión de los cabecillas de la trama Gürtel en el juicio que se sigue por la pieza valenciana en la Audiencia Nacional. Pablo Crespo, considerado número 2 de la trama, implicó en la jornada del viernes en su confesión al senador y ex alcalde de Castelló, Alberto Fabra, en el impago de una supuesta factura por la colocación de vallas publicitarias en la campaña de las elecciones locales de 2007. Crespo indicó que el PP de Castelló les remitió al PP regional para cobrar la factura de las vallas y que, ante la insistencia en el impago, finalmente fue la empresa PIAF quien la asumió. De hecho, algunos empresarios de Castelló han admitido a la Fiscalía haber hecho donaciones y pagos al partido en esa época.

Por su parte, tanto Fabra como el PP de Castelló dieron el viernes respuestas confusas sobre las citadas vallas. Por un lado el ex alcalde aseguró que «el PP de Castelló jamás contratamos ninguna valla publicitaria ni nada parecido en ninguna de las campañas electorales», una versión corroborada por el partido. No obstante, las vallas sí existieron en las locales de 2007, pero queda en el aire quien las pagó.

En este sentido, destaca la reunión de Rajoy con Moliner, quien siempre ha publicitado su buena relación y quien ha conseguido desbancar de la primera línea del partido al sector fabrista. Un trabajo interno que ha contado siempre con el respaldo del presidente del Gobierno.