Un homenaje a la iconografía y la simbología de la Magdalena como el Pregó, la Romeria de les Canyes o los monumentos gaiateros puso ayer el colofón en el espectáculo del Magdalena Vítol, en el que las reinas, Carla Bernat y Lucía Burguete, cerraron nueve días de fiestas con el emocionado grito de «Magdalena! desde el balcón del ayuntamiento que fue correspondido con «Vítol!» por parte de los centenares de castellonenses presentes.

La Magdalena de 2018 inició previamente su despedida con el desfile final de fiesta con la participación de los entes festeros acompañados de charangas y de bandas internacionales del festival del FAMM!. Luego, el disparo de la gran traca por el centro de la ciudad fue el prolegómeno del último acto.

El culmen de las fiestas en la plaza Mayor arrancó con las reinas y el público entonando el tradicional Magdalena Vítol. Luego se exhibió una propuesta artística que combinó la música con proyecciones audivisuales en el Fadrí y la concatedral, pirotecnia y acrobacias. Fue una escenografía organizada por segundo año consecutivo por la compañía La FAM, que realizó un repaso de diferentes momentos señeros de las fiestas, utilizando los elementos arquitectónicos de la plaza Mayor y la música en directo de una Big Band.

La representación se dividió en ocho escenas y comenzó después de un primer toque de dolçaina i tabal. La primera estuvo dedicada al Pregó; en este sentido, el Pregoner de este año, Salvador Ramos, cantó los versos de Bernat Artola desde el nuevo ayuntamiento.

En la segunda se mostró el inicio de la fiesta con la interpretación por la banda del Magdalena Festa Plena.

En la tercera escena se recreó la peregrinación de la romería a la Magdalena con la escenificación de un dibujo en el Fadrí. Al mismo tiempo se ofreció desde el campanario una acrobacia en la que dos personas descendieron del campanario a través de una danza vertical que emulaba la Tornà. En la cuarta escena se rindió tributo a las gaiatas con la proyección en la Concatedral de Santa María de las 19 gaiatas más el monumento de la ciudad. Esta parte precedió a una pieza de folclore en el lateral del Mercat Central, en la que seis parejas bailaron el Bolero de Castelló mostrando solo su sombra .

A continuación llegó uno de los momentos más sorprendentes de la noche con un «mapping» en la concatedral, que consistió en el despliegue de una serie de animaciones que reflejaron diferentes formas de Santa María.

Luego se llevó a cabo otra acrobacia con un número de telas en el centro de la fuente de la plaza Mayor, que siguió con el remate del Magdalena Vítol con un piromusical que conjugó los sones de la Marxa de la Ciutat, la proyección en el Fadrí del cartel de fiestas y un castillo de fuegos.

Así, la música y la pirotecnia, dos elementos esenciales de las celebraciones fundacionales, pusieron el broche de oro a unas fiestas que otro año han destacado por su alta participación.

Las reinas, Carla Bernat y Lucía Burguete, presenciaron emocionadas desde el palacio consistorial un evento que puso el punto y final a la Magdalena.