mejoró el tiempo, cesó el viento y las grúas iniciaron el montaje de las fallas. Fue la del Barrio la Vila la primera en plantar todo el volumen que depende de la grúa, no obstante algún que otro detalle o complemento que se puede colocar con la grúa se deja para el último día o la noche de plantà. E

El montaje de la falla forma parte del trabajo del artesano, el cual lo realiza con la expectación que este trabajo aporta en plena calle, la colocación de la piezas principales iniciando el proceso desde la base. También se cubre el asfalto de arena para que el fuego dañe lo menos posible el asfalto de las plazas donde su ubican los monumentos.

Para el espectador, el momento en que el artesano está trabajando con la grúa, estos momentos forman parte del espectáculo de la plantà, por lo que la concentración de curiosos en este espacio de tiempo del montaje es espectacular. Para ensamblar unas figuras con otras el trabajo de la grúa cuenta con el apoyo de la cesta desde la cual se encaran las piezas y dirige con total visión la operación que está realizando la grúa. Todo este trabajo, que en la actualidad parece sencillo, lleva un proceso importante. En primer lugar el artesano ha decidido cómo realizar la estructura interior de la pieza, que sea suficiente para aguantar el enganche de otro o varios complementos y suficiente para aguantar las inclemencias del tiempo. Este trabajo los artesanos lo realizan a «ojo de buen cubero· con la experiencia del trabajo de años y el oficio que ello supone con el tiempo.

No vamos a hacer comparaciones de cómo se plantaban las fallas hace 60 años, la aportación de las grúas facilita el trabajo la cual facilita el que un artesano pueda realizar diez o doce fallas en un año, dado que para montarlas solamente cuenta con tres o cuatro días. Pero hay que tener en cuenta la propuesta que hace unos años hicieron los artesanos a la hora de diseñar sus bocetos. Estos eliminaron las bases y con los monumentos falleros.

Las fallas han pasado de tener unas bases de dos metros de altura a ubicar los muñecos encima del asfalto, creando un espacio que adornan y complementado con césped artificial el trabajo que suelen realizar los propios falleros. Hoy, posiblemente dependiendo del tiempo, queden todas las fallas montadas por lo menos «el cos de falla». Los últimos toques se suelen realizar en día de la plantà o por la noche entre la fiesta y el trabajo de aquellos falleros que realmente viven la falla antes que la fiesta.