Están hechas con cañas, arena, cuerdas de pita, cal y yute machacado pero, a simple vista, nadie lo diría. Son las espectaculares bioconstrucciones que ultiman en el río Palancia algunos miembros de la Plataforma de Parados de Paterna". Con estos trabajos, el colectivo se estrena laboralmente en este sector en el que hasta ahora solo había operado, a modo de práctica, junto al río Turia durante un curso de formación celebrado el pasado mes de septiembre, que tuvo el apoyo de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Dirigidos por el arquitecto Jon Cory-Wright y el aparejador Marc Fuster, un total de nueve operarios han trabajado durante dos meses y medio para crear llamativas estructuras de formas sinuosas y belleza escultórica con las que, además, se ha logrado otro objetivo: Eliminar y reutilizar las cañas invasoras que llenaban el cauce.

El excelente resultado estético no es de extrañar. Cory-Wright, el autor de los diseños y la dirección técnica, lleva seis años explorando el potencial de la caña y llegó a hacer el porche de un pabellón de la Expo de Zaragoza junto al arquitecto Ricardo Higueras. "Es un material increíble, pero las estructuras las recubrimos con barro y cal para protegerlas del sol y la humedad. Solo si te metes dentro las ves", comentaba este profesional que imparte talleres por toda España.

Como explicaba el coordinador del curso que dio origen a este trabajo, Enric Valero, "con Jon contactamos por Internet y fue un acierto. En poco tiempo hemos conseguido un encargo y esperamos seguir así, tanto con la CHJ como con otras administraciones". Estas bioconstrucciones, como resaltaban sus responsables, son bonitas, ecológicas y resistentes. Pero, además permiten resolver los problemas provocados por una planta invasora que, como recordaba Valero, "hace años aún se gastaba en la construcción y en la agricultura, pero ahora ya no se utilizan para nada".

Las estructuras levantadas son dos zonas de sombra y dos "ventanas al mar" presupuestadas en 48.000 euros. Esta cantidad, como explicaba Valero, ha sido sufragada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) que se ha hecho cargo de regenerar un tramo del Palancia cercano a la costa.

Hasta hace poco, este lugar estaba degradado con un delta repleto de construcciones, la mayoría ilegales. Sin embargo, la actuación impulsada por la CHJ ha convertido la zona en un espacio de recreo aún pendiente de acabar en cuanto la Generalitat recupere su terreno que todavía ocupan algunos particulares.