Fue como en una película de terror japonesa. Era por la tarde y Soni Molins, empresaria de Puçol, ya había recibido ese día más de un centenar de llamadas. Pero aquella era especial. Según reflejaba la pantallita de su aparato, el teléfono que le estaba llamando era el suyo propio. Soni descolgó, preguntó quién era y una voz de hombre con cierto acento extranjero le dijo algo parecido a «somos D. P. (iniciales correspondientes a una plataforma de televisión digital) y le queremos ofrecer nuestros servicios».

Ese fue quizá el momento más surrealista que está viviendo desde el pasado 22 de junio. Ese día, a las 11 horas, recibió la primera de las cientos de llamadas al teléfono de su empresa diciéndole que tienen una llamada perdida de ese número o, directamente, que si les interesa los servicios de televisión que le ofrecen. «Estoy harta ya de decirle a todo el mundo que yo no les he llamado o que lo que yo vendo es material de construcción y no servicios de televisión. Alguien me ha usurpado la línea de teléfono, me la han secuestrado, y se está dedicando a llamar con él a toda España».

La situación es desesperante. Este periódico pudo comprobar ayer como en menos de veinte minutos Sonia recibió unas quince llamadas de teléfono y a todas les tuvo que decir lo mismo: «no mire, yo no le he llamado. Parece ser que esto es una estafa. Lo siento».

Según calcula la empresaria, desde hace una semana recibe más de doscientas llamadas cada día. Además de las molestias que provocan los timbrazos constantes, la usurpación de la línea telefónica también le está suponiendo a Soni problemas en su negocio. «Ayer me llamó un proveedor de Castelló diciéndome que había tardado casi un día en hacerse conmigo porque mi teléfono está siempre comunicando».

Soni ha denunciado el caso ante la Guardia Civil. «Una mujer de Madrid nos llamó gritando que le habíamos amenazado de muerte, que sabíamos dónde vivía. Le tuve que jurar que no había sido yo». Ayer, la empresa realizó un estudio de la línea y comprobó que ésta se encontraba «en perfecto estado», por lo que la usurpación del número «es un problema externo que vamos a investigar», según explicaron fuentes de la firma.