¿Por qué el sistema económico español se muestra incapaz de salir de la crisis?

El de España es un sistema que, como la pescadilla, se muerde la cola. Cuando Rajoy anunció que iba a reducir un 40% la obra pública tomó una decisión inteligente pero solo en un sentido: recortar en gasto público. Al mismo tiempo aparece una amenaza: Los contratistas que facturaban habitualmente por obra pública dejan de hacerlo, de pagar IVA, de pagar impuestos por las ganancias y el Estado deja de tener ingresos por esos motivos. Los trabajadores de la construcción dejan de tener ingresos, consumen menos y le piden al Estado la prestación por desempleo, con lo que se genera un gasto adicional. En la medida en que bajan los ingresos fiscales estaba absolutamente anunciado que meses después iba a ser necesario un aumento del IVA, recortes en Sanidad o Educación, etc.

Es decir, que las políticas del actual Gobierno de Rajoy son totalmente opuestas a lo que hubiera tenido que ser

Sí, porque están mirando la realidad con un solo ojo. En simultáneo con los recortes sensatos de reducción de la administración pública hay que decidir medidas reales y concretas de incentivos de la actividad económica.

¿Cuál es esa fórmula?

Los ingresos son menores cuando incrementas el IVA y la persona que no tiene trabajo va al supermercado y se encuentra que le han aumentado el precio de los alimentos y no puede comprar. Eso deriva en que el Estado sigue reduciendo los ingresos fiscales y se ve obligado a aumentar otra vez el IVA. Cuando esa cuerda se estira demasiado ya no es suficiente conceder créditos. Si soy titular de una pyme ya no basta con incentivar el crédito porque no estoy pensando en crecer si sé que no voy a vender suficiente para poder pagarlo. Ahí empieza a abrirse una tercera instancia que es la de poner dinero directamente en el bolsillo del ciudadano. Esto permitiría reactivar el consumo. Cuando se vuelve a consumir, el señor de la pyme ya se atreve a pedir un crédito para ampliar su empresa y puede seguir creciendo. En un momento difícil no era posible ayudar al ciudadano pero sí se rescató a la banca. Ese dinero podría haber ido al bolsillo el ciudadano para reactivar el consumo.

¿Es compatible esta medida con la reducción del déficit?

El déficit se agrava a causa de que el sistema está solo basado en el recorte. La reducción de ingresos fiscales agrava el déficit y la economía se va contrayendo. En realidad, lo sensato es al revés. Las políticas keynesianas mostraron que, a cierta altura, los estados deben comenzar a invertir y producir una reactivación del consumo y del mercado productivo.

Si es tan fácil, ¿por qué el Gobierno no lo ha aplicado?

Porque seguramente Rajoy no tiene mi teléfono (bromea). Hay cierto empecinamiento en fórmulas que no son precisamente creativas a todos los niveles.

Usted tiene la teoría de que la crisis es una oportunidad para las empresas.

Imagine que un día empieza a llover. Mucha gente se va a poner triste porque se le va a mojar la ropa pero habrá alguien que se estará frotando las manos pensando que por fin podrá vender su stock de paraguas. Esto, que parece muy elemental, en realidad se repite a cada momento de la vida. Solo basta en que uno esté muy atento y que sepa detectarlas y aprovecharlas. La oportunidad está, solo hay que ser consciente de ella y buscarla.

Inditex o Mercadona son empresas que no solo se han mantenido con la crisis sino que siguen creciendo

En el caso de Zara sus resultados están fuertemente influenciados por su facturación en el extranjero y la venta online. En Mercadona, el secreto está en los márgenes pequeños que dan lugar a volúmenes muy importantes, lo que se llama la economía de escala.

Se tiende a ver la publicidad como la mejor forma de vender la imagen, sin embargo Mercadona tiene escasa presencia publicitaria y es una de las marcas más valoradas.

Desde un principio esta compañía se instaló imponiendo su marca y teniendo presencia con su imagen. Ha sido muy hábil en manejar la instalación de la imagen y lo ha hecho a través del precio. En una sociedad que le da tanta preponderancia al boca a boca prima mucho que alguien diga que ha comprado más barato en un sitio que en otro.