Las aulas prefabricadas del colegio público Evaristo Calatayud de Montserrat se deterioran a marchas forzadas. A punto de concluir el quinto curso escolar instalado en barracones, el mal estado de la infraestructura provisional empieza a generar problemas incluso de estabilidad.

Las aulas para 629 alumnos se asientan sobre soportes de madera, que han empezado a ceder con las lluvias y a perder equilibrio y firmeza, cuando lo habitual en estos casos es que se acomoden sobre una cimentación de hormigón, según puso de manifiesto la diputada del PSPV Pilar Sarrión en una reciente interpelación en las Corts al secretario autonómico de Educación y Formación, Rafael Carbonell. Sarrión se hizo eco de las continuas quejas de madres y padres y de la comunidad educativa del Evaristo Calatayud por las numerosas deficiencias.

Según el relato de la diputada también existen problemas de insonorización en las aulas, de forma que se oye lo que se dice de una clase a otra; no existe un correcto aislamiento para evitar los cambios de temperatura y en los pasillos se produce una especie de efecto invernadero que la capa de pintura antitérmica que la Conselleria de Educación le dio al centro no ha solucionado.

Además, llega escasa luz natural a las aulas, la evacuación de las aguas pluviales genera muchos problemas y se producen fuertes olores a través de los desagües provocados por los problemas del alcantarillado provisional, que incluso en ocasiones ha devuelto restos orgánicos a través del inodoro. Además, la tela del suelo se ha despegado y las goteras en días de lluvia han llegado a inutilizar material escolar, como ya ha informado este diario.

Mantenimiento de la instalación

Sin embargo, el secretario autonómico de Educación y Formación, Rafael Carbonell, asegura que son las empresas adjudicatarias de los contratos de instalación de aulas prefabricadas las que están obligadas a su mantenimiento, según los criterios que rigen este tipo de contratos de infraestructuras provisionales.

En el caso de Montserrat ese mantenimiento corresponde a la empresa ABC Arquitectura Modular. Un contrato, que, según Carbonell, el Consell revisa y que permite realizar un mantenimiento trimestral y una inspección en 25 puntos determinados del centro.