M. Ros, Silla

La experiencia es un grado y los agricultores de la ribera de l'Albufera lo saben. Por ello quieren adelantarse a lo que les ha sucedido año tras año. Vicent Calvo Mustieles asegura que, en cuanto abran las compuertas del agua para "barrejar" -y sembrar el arroz "de forma automática"- las tierras se llenarán de patos "que arrasarán con la siembra". Cada coll-verd come medio kilo de arroz al día.

Si los campos se encuentran a 500 metros del lago de l'Albufera, pueden recibir una indemnización "ridícula". Pero si las tierras sobrepasan ese límite, nadie les dará nada. Por ello, Mustieles le exige a los responsables del parque natural de l'Albufera y a la Conselleria de Medio Ambiente que "nos indemnice a todos por igual porque los patos no saben donde está el límite, no entienden de líneas invisibles, y van a buscar alimento allá donde esté la semilla".

Pero la reivindicación no se queda aquí, ni mucho menos. "Las ayudas que dan son ridículas". Y da un ejemplo, que no es el suyo propio. "Alberto Gomez sembró en 2007 trece hanegadas de arroz - 2.106 euros- pagó el motor para el riego -otros 3.000 euros- y no pudo ni segar. En la partida de La Torreta las aves se lo comieron todo. Los daños superaron los 4.808 euros pero a él le pagaron, como indemnización, 567 euros. ¿Es o no es vergonzoso?", asegura.