Francesc Arabí, Valencia

-Cinco candidatos. ¿En el PSPV es más rentable presentarse para perder que no presentarse?

-Nos presentamos para mejorar el socialismo valenciano y la sociedad. Del congreso federal del 2000, con un panorama similar, salió el presidente del Gobierno.

-¿Puede ganar alguien que como usted no logró ser delegado en el reciente congreso del PSOE?

-Una cosa es la ciudad de Valencia y otra el País Valenciano. Y tuve más presencia en Madrid sin ir de delegado que algunos que fueron.

-Dice País Valencià. Según Ángel Luna, coautor de la ponencia, defiende una "posición simbólica minoritaria" de los que no quieren "que la realidad les fastidie la ideología". ¿Algo que alegar?

-Sí, que los experimentos hay que hacerlos con gaseosa. Teniendo un Gobierno como el de España que ha impulsado la Ley de la Memoria Histórica es ridículo que nosotros queramos negar la nuestra. Los socialistas valencianos no tenemos nada de que avergonzarnos. El partido ha de proyectar futuro desde su identidad y esencia, sin renunciar a valores históricos e ideológicos. El PSPV-PSOE ganó elecciones con mayoría absoluta.

-Dos asuntos generan consenso: el rechazo a la ponencia y las críticas a la actuación de Leire Pajín.

-Mi candidatura hizo una conferencia política y presentamos cien enmiendas a la ponencia. Sobre el papel de Leire Pajín, creo que la responsabilidad de los socialistas valencianos es de los socialistas valencianos. No quiero trasladarle la solución de mis problemas a ningún hermano mayor. Nos corresponde a nosotros hacer el debate y tener nuestro espacio ante Madrid.

-Asegura que presentará los 142 avales. ¿A qué se compromete si nos los tiene?

-Dije y mantengo que daré la sorpresa igual que Zapatero. Estoy muy tranquilo y convencido de que este proceso pasa por mi candidatura. Aunque el margen es hasta el mismo 26 de septiembre, intentaré lograrlos cuanto antes. Tengo la impresión de que no habrá problemas. Estoy convencido de que subiré para explicar desde el atril del Palacio de Congresos por qué quiero ser secretario general. Y que mi objetivo fundamental es que la derecha pierda las elecciones.

-Tiene medio hecho un acuerdo con Ana Noguera. ¿Qué pedirán al que quiera pactar con ustedes?

-No tengo medio acuerdo con nadie. He tenido un compromiso de buscar la complicidad de los compañeros. Tengo afinidad con todos y no estoy peleado con nadie. Ahora de lo que se trata es de lograr los máximos avales para poder explicar los principios y el proyecto con el que me he presentado.

-¿Cree que si decidiera ir con Ximo Puig su gente le haría caso?

-Mi decisión es que se sumen a Francesc Romeu y pido el voto para desarrollar un proyecto que habla de PSPV-PSOE, de la izquierda, de crear un partido moderno e inteligente para una sociedad moderna e inteligente. No me presento para pactar, me presento para ganar. De los tres que llegaremos será secretario general el que gane por un voto. Otra cosa es que después se quiera arreglar una ejecutiva con complicidades y un respaldo mayor. Pero se olvida que el secretario general puede serlo por un voto.

-¿Eso se lo dice a Leire Pajín cuando lo llama presionando para que participe en un frente antilermista o a José Blanco cuando le pide que ayude a fraguar un gran consenso?

-Nadie me ha presionado. La única presión que tengo es el compromiso con los militantes. Y les he dicho que voy a llegar hasta el final, que no voy a renunciar. Es una actitud contundente que me gustaría escuchar a otros compañeros que hablan más de pactos que de intentar ganar el partido y la sociedad.

-Pero Pajín quiere un frente antilermista y Blanco, acuerdo, ¿Y usted?

-A mí me parecen bien las dos opciones. Yo lo que quiero es ganar un congreso con un proyecto ideológico claro, de identidad clara.

-Coincide con Ximo Puig en dos puntos clave: criticar el giro al centro que propone la ponencia y defender las siglas PSPV. ¿Hace más migas con él que con Alarte?

-Digo lo que pienso. Mantengo esa posición desde el primer momento en que se hablaba de la ponencia y desde mi primera comparecencia pública. Hay compañeros que todavía no sé lo que piensan realmente. Yo he hecho un centenar de enmiendas y sé que Ximo también ha hecho. Hablo a la gente a la cara diciéndole lo que pienso, pero no me llevo mal con nadie. Alarte y yo somos dos compañeros que si tenemos que hablar hablaremos y plantearemos propuestas y esquemas de trabajo, como con los otros.

-¿Ciprià Ciscar sería capaz de que sus dos ex discípulos pudieran, 10 años después, olvidar la manía que se tienen en favor de un pacto?

-No me siento discípulo de Ciprià ni de nadie más que del partido. Ciprià es del partido, pero no es el partido. Aunque ni niego la historia ni me arrepiento de nada. No hay que hablar de personalismos sino de cómo ganar la Generalitat.

-Pero los personalismos deciden el 90% de las posiciones en el PSPV.

-Y las actitudes. Es mejor plantearle a la gente esperanza y futuro que hablar de nombres propios.

-¿Qué pasará con las comarcas, qué papel se les reservará?

-Es obvio que no habrá ejecutiva comarcal, sino provincial, pero hay que ver qué papel le damos al coordinador de cada comarca. Yo quiero que sea automáticamente miembro de la ejecutiva provincial.

-Pues han desvestido un santo para vestir otro.

-No se puede hacer de otra forma. ¿Sabe por qué he planteado yo hacer una ley de comarcalización?

-¿Porque su partido lleva 30 años prometiéndola?

-Pues habrá que superar las asignaturas pendientes. Porque la política no es hablar de Ciprià o Lerma sino saber para qué queremos las mancomunidades o las diputaciones o cómo se han de coordinar los servicios públicos o el urbanismo en las comarcas. Quiero ser secretario general para recuperar la identidad de este país que la están troceando. Sólo falta negarla negando el nombre del partido. Yo me llamo Francesc y cuando voy a Madrid no soy Francisco. Los socialistas valencianos debemos defender nuestra identidad. Nos hace fuertes. Mucha gente dice que si cambiamos el nombre y nos vamos al centro se borra. Si alguien quiere montar un partido nuevo que se llame PSCV de centro que lo haga. Y el que quiera que se vaya, pero que deje estar al PSPV con su historia y su ideología. Que no quieran que neguemos nuestra historia.

-¿Y si la futura ejecutiva de Alicante se acantona frente a la de país?

-Creo que en el congreso del PSPV debe aclararse todo. No quiero segundas vueltas ni reválidas. Cuando se pacten puestos de ejecutiva y equipos se han de replicar en todo. No pienso ir a una segunda vuelta ni reválidas en los provinciales.