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El conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, se rodeó ayer de los regantes valencianos para escenificar el apoyo de este colectivo a los recursos que el Consell presentará contra dos reales decretos que prepara el Gobierno de España sobre la demarcación hidrográfica del Júcar y sobre la composición de los órganos de Gobierno.

El nuevo conseller, que resucitó el fantasma territorial- "no vamos a consentir que Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña decidan sobre los problemas del agua de la Comunitat"- ha presidido ya actos similares al de ayer con regantes de Alicante, anunciando imposibles recursos -no se puede recurrir lo que solo es un borrador- y reactivando así la "guerra del agua".

Más representatividad

De hecho, el Ministerio de medio Ambiente trasladó en marzo de 2009 un borrador de Real Decreto por el que se establece la composición del consejo del agua en las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias. Se trata de un órgano consultivo destinado, entre otros aspectos, a fomentar "la información, consulta y participación pública en el proceso planificador, y elevar al gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, el plan hidrológico de la cuenca y sus ulteriores revisiones.

Según el decreto de marzo por el que se regulaba la composición de este organismo, en el que la Administración del Estado se reserva la presidencia y la mayoría de los votos, la Comunitat Valenciana tendría 9 vocales, Castilla-la Mancha, 7 y Aragón, 3.

Sin embargo, en el último borrador presentado en julio, tan provisional e irrecurrible como el anterior, el Ministerio ha cambiado esta composición al dejar la cuenca del río Cenia-Cataluña y Castelló- dentro de la demarcación Júcar, tal como figura en la actualidad, lo que obliga a mantener el representante de Cataluña.

De este modo, la Comunidad Valenciana tiene 10 vocales (uno más que en el borrador de marzo), Castilla-la Mancha (7), Aragón 2 y Cataluña (1).

En el hipotético caso de una "conspiración antivalenciana" como la que insinua Cotino habría en todo caso un empate a diez, nunca una imposición.

Cotino, que se reunió con la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat Valenciana (Fecoreva) para analizar estos decretos, consideró que "perjudican directísimamente a la Comunitat". Señaló que su aplicación, por un lado, "supone crear conflictos", por la parcelación del uso del agua que se plantea, y por otro, que el 10 por ciento de la población que hace uso del Júcar (correspondiente a Aragón, Cataluña y Castilla-La Mancha) decida sobre el 90 por ciento, concentrada en la Comunitat".

La demarcación genera "graves problemas"

La Generalitat opina que en el caso de aprobarse el Real Decreto sobre la demarcación del Júcar "quedaría fragmentado el ámbito histórico de la estructura del agua en la Comunitat que funciona desde principios del pasado siglo. Mientras que el Gobierno cree que la división del sistema Vinalopó-Alacantí en dos unidades viene forzada por una sentencia del Tribunal Supremo de 2004 y por el propio Estatut de Autonomía de la Generalitat Valenciana, la conselleria cree que esta decisión "dificultaría" más la resolución de los problemas de necesidad de agua, "generando graves problemas en la gestión del agua en esta zona" .