¿Se agotan las opciones de ver llover en el este peninsular antes del verano?

Numerosas personas en la playa del Port de Sagunt el pasado viernes.

Numerosas personas en la playa del Port de Sagunt el pasado viernes. / Daniel Tortajada

Juanjo Villena

Estos días de tiempo estable con temperaturas altas, que entran dentro de los vaivenes propios del mes de mayo, tienen los días contados. Desde que comenzó la semana, el modelo de referencia en Meteored anticipa un nuevo cambio de patrón meteorológico que podría traer un episodio o quizá varios de lluvias y tormentas. El concepto «patrón» en nuestra meteorología tiene un significado muy especial. Acoge determinadas disposiciones de los centros de presión, esto son borrascas y anticiclones, que con el tiempo se ha visto que son típicas. El modelo europeo muestra cuatro posibles escenarios: NAO positiva, NAO negativa, bloqueo escandinavo y cresta atlántica. 

Los dos primeros se cuantifican desde hace mucho tiempo cogiendo como referencia la presión atmosférica prevista en el entorno de las islas Azores y de Islandia. Ahí se contempla un número objetivo que se obtiene de restar al dato azoriano el islandés, de tal modo que cuando el resultado es negativo se esperan borrascas en nuestras latitudes y anticiclones con el positivo. Los otros son «bloqueos» que atienden a anticiclones más o menos estáticos que ocupan posiciones más septentrionales de lo habitual, uno en la zona de Escandinavia y el otro en el Atlántico Norte. Ahora estamos inmersos en ese último escenario, pero es algo que tiene fecha de caducidad. 

A lo largo del fin de semana las altas presiones progresarán hacia la península escandinava, así comenzará el nuevo patrón de bloqueo. Parece que será bastante efímero pero suficiente para que las borrascas atlánticas no puedan seguir su ruta habitual, por el norte del continente europeo, y desciendan de latitud hasta afectar a nuestro país. Entre el lunes y el martes ya podríamos notar los efectos de la primera. 

Ahora mismo parece que la mitad norte peninsular recibirá la mayor parte de las precipitaciones. Este fin de semana ya registrará las primeras tormentas de una pequeña DANA y después irá sumando litros con los frentes que desfilarán de oeste a este. Las temperaturas descenderán y la nieve aparecerá de nuevo en las sierras septentrionales, siendo esas nevadas de mayor entidad en cotas altas del Pirineo. 

En días venideros parece que los anticiclones continuarán en latitudes altas bloqueando por allí el paso de las bajas presiones, que seguirán buscando caminos alternativos, quizá sobre la Península Ibérica. Ahí es donde el este peninsular debe depositar las esperanzas para ver llover, porque al desdibujarse la primera borrasca podría entrar el viento de procedencia marítima para mejorar las prestaciones de la nubosidad. Aunque esto de momento es poco más que una cábala. El modelo europeo apuesta por esta posibilidad pero hay otros que cierran el grifo más rápido. Mayo tiene la llave para que el verano sea más llevadero en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía oriental. Siguiendo con la alegoría, podríamos decir que se escuchan pasos y el repiqueteo del llavero, pero aún no sabemos si las nubes se disponen a abrir la puerta del Mediterráneo o se meterán, otra vez, en la casa del vecino.