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Conocida la resolución de la dirección nacional del PP, el presidente Francisco Camps dijo ayer

que "acata" la suspensión de militancia de Costa "como no puede ser de otra manera porque formamos parte de un todo en el Partido Popular de España, con Mariano Rajoy a la cabeza". Con todo, añadió que esa medida "nada tiene ver" con la gestión del defenestrado, que ayer fue "avalada" por Camps. Se prodigó en elogios a la labor de quien ha sido su mano derecha. "Todos en el partido", dijo, en la Comunitat y en el resto de España, tienen "el mayor respeto" y avalan la "excepcional gestión de Ricardo Costa como secretario general y portavoz" en las Corts.

El jefe del Consell exhibió un talante conciliador y se comprometió a "obtener el mayor nivel de consenso, como siempre ha ocurrido desde que soy presidente", en aras de buscar al nuevo hombre fuerte. . De hecho, todavía tiene pendiente la reunión con Ripoll, Rus y Fabra, para abordar la crisis a cuatro bandas. Según fuentes del PP, Camps, llamó ayer a los barones uno a uno para calmar los ánimos, pero sigue resistiéndose a ceder y convocar la reunión que le habían solicitado. "Iré tomando las decisiones que correspondan para que el partido siga siendo fuerte, vibrante, con capacidad de transmitir ilusión y futuro a todos los conciudadanos", sentenció ayer. Buscar el "máximo consenso", dijo, es actuar "como siempre me ha gustado hacer las cosas". Camps quiso "lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los militantes, simpatizantes, y votantes" del PPCV. Antes del lío de Ricardo Costa, hubo ayer sesión de control en la que el jefe del Consell dijo que acabará la legislatura y se ajustó al guión de hablar de economía y no de política para evitar la "gurtelización" de la vida pública. "Más hablar de la gente que lo pasa mal y menos de aborto y memoria histórica", gritó al síndico socialista, Ángel Luna. Éste lo acusó de copiar la misma estrategia que Franco y lo llamó "políticamente enajenado". "Con su reunión, los barones provinciales de su partido le han hecho una declaración de incapacidad y se han constituido como un consejo de tutela", le soltó. Y asestó: "No me dirijo a usted que ya no pinta nada, pido a sus tutores que acabe ya esta tragicomedia (...) porque usted es un lastre para su partido y la Comunitat". Camps le reprochó que trabajó para una constructora contratista del Ayuntamiento de Alicante, del que había sido alcalde.