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Los primeros ejemplares de "Leptoglossus occidentalis" han llegado a la Comunitat Valenciana. Esta chinche gigante norteamericana amenaza los pinos al destruir las semillas de sus piñas cuando todavía son tiernas. Un naturalista y colaborador del Museu Valencià d'Història Natural, Miguel Ángel Ibáñez, detectó este hemíptero invasor, que puede llegar a medir hasta 2,5 centímetros, en una pinada de Olocau el pasado 31 de octubre. "Sólo una semana y media después, ya hemos registrado ejemplares en Serra y en la Vall de la Murta de Alzira", avanza Sergio Montagud, entomólogo del Museu.

El "Leptoglossus occidentalis", apunta, "fue descrito en California en 1910. Desde entonces su área de distribución ha ido aumentando dentro de EE UU, hasta llegar a Canadá. En Europa fue detectado por primera vez en el norte de Italia en 1999 , en Friuli-Venezia Giulia, y en la Península Ibérica se obtienen los primeros registros en 2004 en Girona". El entomólogo destaca que esta chinche, que también ha sido localizada en Jaén, Madrid, Cuenca y Aragón, se ha expandido por Europa "a rachas, probablemente a través de importación de planta viva desde Norteamérica".

Esta plaga forestal para las coníferas se localizó en Tarragona a principios de este año, "por lo que si ahora ha aparecido en Olocau y Serra, en el límite interprovincial, es cuestión de tiempo localizarla en Castelló", dice el entomólogo. Las poblaciones de Olocau, avanza, "son abundantes, más frecuentes que las de la chinche autóctona".

La principal característica de este artrópodo de color marrón rojizo, detalla Montagud, son "sus grandes patas traseras aplastadas en forma de hoja, algo muy propio de las especies americanas". Su aparato bucal "es un picador a través del cual, con una especie de pajita, succiona la savia de las piñas tiernas de los pinos".

Hasta 300 semillas por ejemplar

Los especialistas calculan que sólo una de estas chinches por árbol "puede echar a perder hasta 300 semillas en un año", relata Montagud, quien añade que está disminución de la fertilidad de los pinos "puede ser grave para viveros y repoblaciones forestales en caso de infestación severa". El especialista concluye con un mensaje de calma: "Pese a que llaman mucho la atención porque son muy grandes y hacen mucho ruido cuando vuelan, no transmite ninguna enfermedad al hombre ni son capaces de reproducirse en el interior de las viviendas, aunque si las utilizan para hibernar".

A través del convenio de colaboración que el Museu tiene con el Servicio de Biodiversidad de la Consellería de Medio Ambiente, se comunicó el hallazgo al Grupo de seguimiento de Especies Invasoras, quien ha advertido de la presencia de la chinche en la Vall de la Murta. La conselleria ha ordenado inspecciones forestales para determinar el grado de expansión de esta especie exótica en la C. Valenciana.