Más insatisfechos que hace seis años y los más descontentos de todo el país con la asistencia sanitaria. La Conselleria de Sanidad no consigue arrancar el aprobado a los ciudadanos de la Comunitat Valenciana. Es lo que se desprende del informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que vuelve a colocar a esta autonomía en los últimos lugares de la valoración ciudadana, un resultado que ya es habitual en los estudios de las organizaciones que carecen de vínculo con la conselleria que dirige Manuel Cervera.

La OCU ha pulsado a través de 2.550 encuestas la opinión que los ciudadanos tienen del sistema sanitario y el resultado general es desalentador, ya que la mitad sostiene que tiene que esperar más de dos meses para que le vea el especialista.

En la Comunitat Valenciana ese porcentaje es aún mayor, ya que un 60% reconoce demoras superiores a esos sesenta días.

El informe también indica que uno de cada cuatro usuarios valencianos es valorado por el especialista en menos de cuatro semanas.

En Canarias, Cantabria, Extremadura y Galicia la atención en las consultas especialidades es aún peor, ya que más del 68% de los ciudadanos se tiene que armar de paciencia y, sobre todo, de salud si quiere llegar con buen pie a exponerle al médico sus problemas porque la atención se retrasa "de dos meses a más".

Lo que más irrita a una persona cuando enferma y necesita conocer su diagnóstico para ponerse en tratamiento y mejorar es, precisamente, el tiempo que transcurre hasta que le ve el especialista. A continuación, los defectos de la atención telefónica y el tercer pilar del descontento ciudadano es la asistencia domiciliaria.

Más de diez visitas al año

El informe de la OCU indica que el 75% de los encuestados ha acudido un promedio de cuatro veces al médico en el último año, aunque una tercera parte de ellos utilizaron los servicios sanitarios más de diez veces..

Aunque los ciudadanos prefieren la asistencia pública (57%) a la privada (4%), un 40% de los entrevistados recurrieron a ambas. El menor tiempo de espera, la mayor atención de los médicos, la comodidad de las habitaciones, la flexibilidad horaria y la eficiencia administrativa fueron determinantes en la balanza a favor de los centros privados.

Tener la opción de elegir al médico de cabecera redunda en mayor satisfacción que los que no deciden el nombre del profesional. La diferencia es de veinte puntos de satisfacción. De 65% a 45%.

La encuesta de la OCU revela también que cuatro de cada diez usuarios de los servicios de urgencia están "claramente" insatisfechos con el tiempo de espera; uno de cada cuatro con las condiciones de la sala de espera y una quinta parte con la ineficiencia de los servicios administrativos..

Los valencianos son los cuartos más insatisfechos de España con los servicios de urgencias. Detrás se sitúan los andaluces, madrileños y gallegos, que vuelven a ser los colistas.