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La carrera para conquistar el rectorado de la Universitat de València y suceder a Francisco Tomàs ha empezado. Ayer terminó el plazo de presentación de candidaturas para las elecciones a rector del día 2 de marzo sin sorpresas de última hora. Serán cuatro los aspirantes a rector de la UV: Esteban Morcillo, catedrático de Farmacología y actual vicerrector; Antoni Furió, catedrático de Historia Medieval y director del Servei de Publicacions de la Universitat; Vicent Soler, catedrático de Estructura Económica; y María Antonia García Benau, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad. Morcillo y Benau formalizaron el lunes su candidatura. Furió y Soler hicieron ayer lo propio.

Fue un día para simbolismos mensajes contudentes y preparar la estrategia electoral. Vicent Soler, por ejemplo, presentó su candidatura acompañado por quien sería su vicerrectora de Gestión e Innovación Administrativa. "Quiero crear este vicerrectorado porque puede mejorarse la eficiencia de la administración de la Universitat", explicó Soler. Y lanzó tres promesas: potenciar la "internacionalización"; coordinar bajo un vicerrectorado la docencia y los estudios "de forma integral"; y aumentar "la transferencia de conocimiento a la sociedad y el tejido productivo". Por su perfil de economista y su trayectoria profesional, Soler cree que su principal baza puede estar en "hacer lo más fuerte posible el vínculo entre la Universitat, la sociedad y el tejido productivo".

Antoni Furió, por su parte, destacó el "perfil de solvencia académica" de su equipo, con "gran proyección investigadora", y "la combinación de la experiencia y la gente nueva que le dé el empuje necesario a la Universitat". Consciente de su marcado perfil nacionalista, Furió trató de rebatir prejuicios. Si es rector, afirma, huirá de "localismos" y, antes al contrario, buscará internacionalizar la universidad de los cinc segles con un plan de plurilingüismo que refuerce la presencia del inglés en las clases. "Queremos ser una universidad europea y que puedan venir más estudiantes de otros países", señaló. Furió también abogó por un "necesario buen entendimiento" con la Universidad Politécnica.

Sin opción de acuerdo

Quien también quiso desprenderse de una etiqueta es María Antonia García Benau. Se niega a ser lacandidata mujer y reclama "que el género no sea ventaja para nadie". García Benau fue la que más se desmarcó de sus competidores. "No creo que haya posibilidad de acuerdo con nadie", dijo, tras afirmar que no se siente próxima "a ninguno de ellos". A su consabida voluntad de "renovar" la universidad se añade un mensaje nuevo: potenciar la llegada de profesores extranjeros.

Esteban Morcillo parte con una ventaja: salir del seno del actual equipo de gobierno de la UV. Eso ha sido garantía de éxito en las últimas convocatorias electorales. Precisamente esa "experiencia prolongada en la gestión" -ha sido vicerrector en Alcalá, en la UV y decano en la Facultad de Medicina- fue blandida ayer por Morcillo para defender su proyecto: "una universidad para las personas". La carrera universitaria ha comenzado.