Las críticas a Zapatero y a lo que él llama "el zapaterismo" copan el discurso público de Antonio Martín Beaumont, director de un diario digital del que es máximo accionista el constructor leonés José Luis Ulibarri, imputado en el "caso Gürtel".

El martes pasado, la participación de Beaumont en el programa "DBT.es" de Canal 9, la tertulia política que presenta Lluís Motes y se emite en torno a la medianoche, rozó el esperpento, provocando la risa del grupo de espectadores que participaba desde el plató y también de los otros comentaristas por lo reiterado y exagerado de la crítica al presidente del Gobierno durante el programa, que tuvo una audiencia del 1,9%, unos 23.000 espectadores.

Vez que abría la boca, vez que repetía que la culpa, de lo que fuera, la tenía ZP por "ideologizarlo todo". Cómo sería la cosa que hasta Fernando Jáuregui, habitual en estas lides, le espetó, irónico: "Ha tardado cuatro minutos [de programa] en aparecer Zapatero como gran culpable de todo". Martín Beaumont, licenciado en Ciencias Políticas y expresidente de las Nuevas Generaciones del PP, no hace otra cosa en las teles que le contratan. No se confundan: las emisoras públicas de comunidades autónomas gobernadas por el PP e Intereconomía.

Según Beaumont, Zapatero tiene la culpa del paro, de la crisis económica, de los conflictos con las comunidades autónomas, de los litigios por el agua y por la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez a través del Cabanyal y de una larguísima lista de asuntos. Y en los que no le consta una implicación directa del líder socialista, como en la participación del Estado en la venta de tabaco, Beaumont le subraya la contradicción de que fuma mientras pretende prohibir que se consuma tabaco en lugares públicos.

La presencia del director del diario digital de Ulibarri en Canal 9 no es nueva. Ya en el programa de debate que la productora Estedi realizaba para TVV, "Parlem clar", entró Martín Beaumont como tertuliano. Aquella primera etapa de su participación en debates políticos en Valencia coincidió con la concesión de 13 emisoras de TDT por parte de la Generalitat al accionista mayoritario del digital que dirige Beaumont, José Luis Ulibarri, cuya empresa matriz, la constructora Begar, accedió también en esa época a contratos de las administraciones gobernadas por el PP valenciano, como el hospital de Llíria y colectores y un aparcamiento en Valencia.