El «regreso» de Rambla a la portavocía

El vicepresidente primero y conseller de Industria, Vicente Rambla, se tuvo ayer que poner de nuevo el traje de portavoz del Consell y atender a los periodistas en la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno valenciano. La sustitución de Paula Sánchez de León, que se encontraba enferma, no fue un camino de rosas, ya que la comparecencia se extendió casi una hora, dada la multitud de preguntas que se le plantearon.

Rambla, muy curtido ya en estos menesteres, llegó a plantear en tono jocoso si es que los periodistas estaban ayer formulando todas aquellas cuestiones que se habían guardado en los últimos meses desde que él había dejado la portavocía. El vicepresidente, también con humor, reiteró su deseo de que Sánchez de León se recupere a la mayor brevedad.

Camps se verá con los barones pero no hay fecha decidida

El presidente Francisco Camps se reunirá finalmente con los barones provinciales, aunque lo hará por separado y no de forma conjunta como en su día los responsables de la diputaciones de Alicante, Valencia y Castelló, le plantearon. El vicepresidente Rambla anunció la ronda de contactos en el Palau con Alfonso Rus, Joaquín Ripoll y Carlos Fabra. Eso sí, no hay ninguna fecha establecida.

Cotino representa al Consell en el

funeral del obispo Vilaplana

La misa funeral en honor al obispo emérito de León, el alcoyano Antonio Vilaplana, tuvo como representante del gobierno de Francisco Camps al conseller Juan Cotino, todo un asiduo de los actos religiosos que ayer estuvo secundado por el edil de seguridad ciudadana de Valencia, Miquel Domínguez.

El malogrado obispo Vilaplana fue un amante del arte y de la arquitectura religiosa. Ayer, en el templo del colegio Corpus Christi del Patriarca de Valencia, recientemente restaurado, Vicente Navarro de Luján, ex director general de la Biblioteca Valenciana, representó al mundo de la cultura y las letras vinculadas a la iglesia.

Un vecino de Manises escribe sobre la Casa de España en Portugal

José María Hurtado, natural de la localidad manchega de Tobarra y residente en Manises, ha escrito un libro que evoca los cien años de existencia de la Casa de España de Portugal. Hurtado, que fue alto ejecutivo de una firma de seguros española, residió en el país vecino entre los años 1986-94.