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El ex secretario general del PP, Ricardo Costa, sumó ayer apoyos a su causa. Si el pasado miércoles, la dirección regional del PP valenciano cuestionó abiertamente la sanción de un año de suspensión de militancia propuesta por el Comité Nacional de Derechos y Garantías, ayer destacados dirigentes del PP se sumaron a las críticas al considerar excesivo el "castigo" y pedían que se reconsiderara su decisión.

Desde Castelló, el presidente de la Diputación , Carlos Fabra, dijo no compartir la decisión y mostró su deseo de que "Madrid tome en consideración" sus reflexiones. En su opinión, Génova "ha obviado lo mucho que Costa ha trabajado para este partido, su magnífico trabajo como portavoz, como secretario general regional y como militante de hace muchos años", mientras que se ha tenido en cuenta "alguna contestación desafortunada". El alcalde de Castelló y coordinador del PPCV, Alberto Fabra, calificó de "alta" la sanción y también confió en que "acabe ajustándose y que no se ponga en duda la honorabilidad y honestidad" del ex secretario general.

Por su parte, la alcaldesa, Rita Barberá, mostró su "gran afecto, cariño y consideración por el gran trabajo" realizado e incidió en que la propuesta no es definitiva.

El presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, insistió en que la propuesta es "desmesurada" y pidió al órgano disciplinario que reconsidere su decisión. Según Rus sólo cometió un acto "indisciplina" y cuestionó que la sanción sea la misma que la impuesta a Manuel Cobo El único que evitó discrepar con Madrid fue el presidente provincial de Alicante, Joaquín Ripoll, quien se limitó a decir que se trataba de una decisión de partido y como tal la acataba.

Génova, por su parte, ha optado por obviar las protestas del PP valenciano. "A unos les parecerá dura y a otros le parecerá blanda", dijo el líder nacional, Mariano Rajoy, quien circunscribió la decisión al órgano disciplinario del partido.