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Las instalaciones que la Universitat de València ha destinado para impartir el nuevo master de Profesorado de Educación Secundaria no gustan a sus estudiantes. El antiguo edificio de Magisterio, en donde se dan estas clases, muestra "deficiencias en las infraestructuras y los equipamientos de sus aulas" se quejan.

Por este motivo y otros, como "la gestión y la organización o las exigencias de evaluación" de las materias les ha llevado a convocar esta mañana una concentración ante el rectorado de la Universitat "para expresar nuestra profunda disconformidad" según fuentes estudiantiles y sindicales.

La protesta coincide con la inauguración oficial del nuevo edificio que alberga ya el grado de Magisterio en Tarongers. El traslado de estos estudios ha vaciado su tradicional centro, que es el que ahora ocupan con el master.

En opinión de los afectados, su titulación sufre una "precaria situación al implantarse este curso sin dotarlo de medios suficientes".

Para los estudiantes, esta situación supone "un agravio comparativo respecto a años anteriores", cuando se impartía el Curso de Adaptación Pedagógica (CAP).

Uno de los mayores problemas, indican, es "la imposibilidad de compaginar estos estudios con el trabajo, la falta de coordinación entre las materias, los profesores y los departamentos y los diferentes niveles de exigencia según el grupo al que cada alumno esté adscrito". Este master es de sesenta créditos presenciales y dispone de unas 1.200 plazas.