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Personalidades del mundo de la cultura, el arte y la política se concentraron ayer frente al Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (Muvim) para protestar por la retirada de las fotografías políticas, en su mayoría alusivas al caso Gürtel, de la exposición "Fragments d'un any" y para mostrar su respaldo a Román de la Calle. El acto, al que asistieron más de medio millar de personas, se convirtió en un auténtico homenaje al ya ex director del museo. El catedrático de Estética es el único que ha dimitido, pero por oponerse al veto de la Diputación, donde en cambio no se ha depurado ninguna responsabilidad política.

Profesores, académicos, críticos de arte, galeristas, pintores, sindicales, estudiantes universitarios y periodistas acudieron a la convocatoria de la Asociación Valenciana de Críticos de Arte con una gran pancarta en la que podía leerse "Cultura sense censura". Algunos manifestantes lucían camisetas blancas con la leyenda "Todos somos Román" y coreaban "Rus dimisión" y "Libertad de Expresión"

Pasadas las 12 del medio día y justo cuando el presidente de la asociación convocante, José Luis Pérez Pont, comenzaba a leer un comunicado de apoyo, hizo su aparición el dimisionario Roman de la Calle mostrando en alto el periódico-catálogo de la exposición objeto de censura. Tras una prolongada ovación y rodeado por una nube de fotógrafos y cámaras de televisión, un visiblemente emocionado Roman de la Calle proclamó que "no puede haber libertad de opinión sin que exista libertad de expresión". En medio de continuas ovaciones, De la Calle indicó que "la política es el aire de la cultura y la cultura es la base de la política" "La falta de libertad -prosiguió- tiene un nombre: el caso Caturla", en alusión al vicepresidente de la Diputación que ordenó la retirada de las fotos. "Cuando alguien me dice que no es un político, me pongo a temblar, porque lo cierto es que lo es hasta los cojones", indicó en un momento de su sentida alocución.

Por su parte, Pérez Pont consideró inaceptable las intromisiones políticas en la vida cultural y exigió

que la plaza que Román de la Calle deja vacante sea cubierta por concurso, siguiendo el código de buenas prácticas que se aplica en otros museos. Además de la concentración, a la que asistieron los últimos cuatro presidentes de la Unió de Periodistes, se sucedieron numerosas adhesiones y comunicados de solidaridad, entre ellas la del rector de la Universidad de València.