Indignados y desesperados. Así se sintieron los padres del pequeño Alex, de tres meses y medio, cuando un cirujano pediátrico de guardia del hospital 9 de Octubre de Valencia, les dijo este lunes por la tarde que no operaría al niño, que había ingresado de urgencia, porque la compañía aseguradora de la familia del menor le adeudaba dos intervenciones.

"Nos habló fatal, como su fuéramos escoria, entró en la habitación del niño pero ni siquiera le miró, se dirigió a nosotros y nos dijo: yo no trabajo con vuestra compañía porque he hecho dos operaciones y no me han pagado y mis hijos tienen que comer", relató a Levante-EMV la madre del bebé, Cristina García Ferrandis, que precisó que el médico (doctor M.) les habló de muy malas maneras "y con muy poca educación".

Este fue el segundo golpe del día que conmocionó a los padres en solo unas horas, ya que esa misma mañana, tras una primera observación del bebé, un pediatra de urgencias les comunicó que el pequeño, que nació a las 37 semanas en ese mismo centro hospitalario, tenía un enfisema lobar congénito en el pulmón derecho que obligaba a extirparle un tercio de víscera.

El padre del menor, Juan Antonio Quiñonero, muy afectado por la negativa del cirujano a intervenir a su hijo, se llevaba ayer las manos a la cabeza: "¿pero cómo no vieron antes que mi hijo, que estuvo un mes en la UCI porque nació prematuro, tenía un quiste en el pulmón, si yo que no soy médico y trabajo en el campo he visto una mancha rara al mostrarme la radiografía que le hicieron al principio?, ¿cómo no le hicieron un seguimiento más exhaustivo para ver que era un quiste incipiente y extraérselo al poco de nacer?".

Juan Antonio se hacía preguntas sin cesar. Dudas que nadie, de momento, ha respondido.

A la ingrata e imprevista noticia de que al bebé había que cercenarle un tercio del pulmón, se sumó el infame episodio de la negativa del médico.

"El pediatra que nos dio la noticia, que nos atendió correctamente, nos dijo que el cirujano de guardia pasaría por la habitación para valorar al niño", refiere la madre .

La anhelada visita salió como los cerros de Úbeda. "Que no trabajaba para nuestra compañía que es Caser Salud, que no se iba a hacer cargo del chiquillo y que si no le pagábamos por adelantado no movía ni un dedo", refiere el padre, herido moralmente por las palabras del médico y angustiado con la situación.

Quería el dinero por adelantado

"Le dije que si quería, le pagaríamos por adelantado y le preguntamos que cuanto costaba la operación, a lo que respondió que de dos mil a dos mil quinientos euros", indica el padre del bebé, que agrega que a continuación el cirujano se rebotó contra ellos y dijo "que no os opero, que no os opero". Fueron sus últimas palabras. "Usted no tiene ética ni moral", le replicó la madre.

Al rato de la desabrida reacción, el bebé sufrió una importante caída de oxígeno, se le amorató el rostro, uñas y labios, se le disparó la fiebre a 39º y fue trasladado a la UCI, donde permanece.

Uno de los pediatras de intensivos les comunicó que el niño tenía una bronquiolitis y que no se le podría intervenir hasta que no superara la infección.

Posteriormente y una vez enterado el hospital de los desafortunados modos y negativa del cirujano, se les comunicó a los padres que el bebé sería operado el 11 de mayo por otro equipo quirúrgico.