Más de diecisiete mil valencianos se presentaron ayer a la oposición para conseguir una de las 1.250 plazas convocadas en las especialidades de maestros de Infantil y Primaria, profesores de Secundaria, Escuelas Oficiales de Idiomas, Formación Profesional y cuerpos de inspectores de Educación.

Los aspirantes que se presentaron en el IES de Abastos de Valencia confesaron que el examen era más fácil de lo que esperaban porque podían elegir entre cinco temas, pero insistieron en que en esta oposición la "clave está en la suerte".

Juanjo Ballester, que se desplazó desde Genovés, explicó que es arquitecto técnico y no encontraba trabajo. "Era la mejor salida tras perder el empleo. Este examen ha sido uno más, pero lo más complicado es la exposición. La llaman "la encerrona"".

Varios opositores admitieron que no se habían preparado y que se presentaron para tener experiencia. Eduardo Alcina, que vive en Pego y que es licenciado en Ingeniería Técnica Industrial, reconoció que prácticamente no había estudiado a pesar de que "la parte teórica es complicada por la cantidad de temario".

La castellonense Cristina Fol aseguró que no ve nada difícil "sacar una plaza en estas oposiciones. Yo estuve ocho años trabajando en el sector privado y no vuelvo en mi vida. Yo tenía sesenta y nueve temas". El opositor Joan Gual, que también se desplazó desde Castelló, se mostró convencido de que tras dos intentos este año cumplirá su sueño de ser profesor. "Yo empecé a prepararme antes de la crisis. Lo que más me llama es la profesión", afirmó. r. f. valencia