Por primera vez en décadas, el certamen internacional de bandas de música Ciudad de Valencia no contará con la participación de ninguna de las grandes agrupaciones musicales de la Comunitat Valenciana. Las seis bandas emblemáticas que conforman el conocido como G-6 musical, las de Llíria, Buñol y Cullera, han renunciado este año a solicitar su presencia en la sección de honor del certamen, el de mayor fama de todo el mundo, según ha confirmado la organización del concurso a Levante-EMV. La decisión tiene lugar el mismo año en que el Ayuntamiento de Valencia, organizador del certamen, ha modificado las bases de la convocatoria para reducir de 5 a 3 el máximo de bandas de la sección de honor y, además, limitar la presencia de bandas valencianas a una sola como máximo si se presenta una banda nacional y otra extranjera, como ha ocurrido esta edición.

Al final, las bandas participantes en la máxima categoría serán La Lira de Pozuelo de Alarcón (Madrid), la Banda Sinfónica Vooruit de Harelbeke (Bélgica) y la Santa Cecilia de Guadassuar, la única banda valenciana que concurrirá en la élite del concurso, fijado para el 3 de julio en el Palau de la Música de Valencia. También actuará como banda invitada la Banda Municipal de Valencia.

Quedan fuera, pues, los clásicos que han engrandecido la leyenda de este certamen, nacido en 1886 y que el próximo año cumplirá el 125 aniversario. En todo este tiempo, más de 80 primeros premios han recaído en el G-6 que forman la Primitiva y la Unió Musical de Llíria; el Litro y la Artística de Buñol; y el Ateneu y la Santa Cecilia de Cullera. En cierto modo, la grandeza del concurso, y lo reconoce el propio ayuntamiento en la web del certamen, reside en la rivalidad y el pique entre las bandas participantes, más si cabe cuando son locales. Sin embargo, las nuevas bases lo impiden.

La sociedad más laureada en la historia del certamen de Valencia, la Unió Musical de Llíria, se pronunció ayer en contra del nuevo sistema organizativo por boca de su presidente, Josep Vicent Pedrola, "Evidentemente -asegura Pedrola-, el planteamiento actual del certamen no es el más adecuado para las sociedades musicales valencianas y es muy difícil creerse lo contrario. Si el Ayuntamiento de Valencia busca una relevancia de otro tipo, como aumentar la presencia foránea, pues entonces se comprende. Pero sería bueno que abriera el concurso, como antes, a las bandas de nuestra tierra", dijo.

El ayuntamiento culpa a la crisis

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Valencia achacaron la ausencia de las grandes bandas valencianas "a la situación de crisis económica". "Un certamen de este tipo les obliga a realizar contrataciones temporales de músicos y esfuerzos especiales", afirman. Además, el ayuntamiento sólo admite parcialmente que la nueva normativa haya podido influir en la renuncia en bloque del G-6. Y no porque las bases hayan descafeinado el concurso, sino porque "ser la única banda valenciana ante una nacional y otra extranjera, obliga a preparar muy bien el certamen para ganar, porque quedar segundo sería para ellos un ridículo", afirman desde la organización del certamen. Sea causa directa o tangencial la nueva normativa, lo cierto es que el G-6 ha plantado a su certamen.