La asfixia económica por la que atraviesan el ente público RTVV y sus sociedades, Canal 9 y Ràdio 9, ha obligado a echar la persiana del canal internacional. La interrupción de las emisiones vía satélite, desde el pasado mes de junio, no fue el resultado de una decisión voluntaria del Consell ni de los gestores del grupo audiovisual como medida de ahorro, dentro de la forzosa política de recorte de gastos. Simplemente no quedó otra. Porque la gestora del Hispasat, Telefónica de Sistemas de Satélites, cortó la señal sin contemplaciones. La filial de Telefónica ejecutó de esta manera la advertencia de interrumpir las emisiones si Canal 9 no abonaba la deuda que arrastraba desde hacía varios meses, por utilizar el Hispasat. Un portavoz de Telefónica indicó anoche que la empresa matriz no tiene que ver en la decisión.

El canal internacional podía ser sintonizado vía satélite en España, Francia, los países centroeuropeos y del norte de África. Al no hacer frente al pago, Telefónica interrumpió las emisiones.

Ahora, el canal con el que RTVV exporta sus contenidos ya no está presente en ninguna de las plataformas digitales ni puede ser sintonizado desde el extranjero, a no ser que se acceda vía internet, único sistema por el que los valencianos residentes en países foráneos pueden informarse o ver series o programas, en gran parte reposiciones. La raquítica situación de las cuentas del ente público autonómico ha obligado al Consell a imponer un severo plan de ajuste de gastos. Para empezar, las conexiones en directo que precisen de lanzaderas y uso del satélite se han reducido al mínimo.

De momento, los actos a los que acude el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, son de los pocos que siguen gozando de este privilegio, pero, según fuentes de los informativos de la cadena pública, la pauta es racionar al máximo el número de conexiones vía satélite, por su elevado coste. Fuentes del Consell explicaron ayer a este diario que el coste de las emisiones del canal internacional de RTVV eran, dada la situación, absolutamente inasumibles, de ahí que, siendo conscientes de que el impago podía abocar al corte de la señal, no quemaron todas sus bazas en aras de evitar el cerrojazo por parte de Telefónica de Sistema de Satélites.

Pérdidas y deuda astronómica

El planteamiento de la Generalitat en la negociación con la multinacional que preside César Alierta está siendo muy distinto de cara a buscar una solución a la morosidad del Consell con la compañía en la factura de la red fija, Telefónica de España, o de los móviles corporativos, Movistar, la firma de la que es alto directivo el ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. La crítica situación de liquidez en RTVV, Canal 9 y Ràdio 9 ha generado problemas para pagar las nóminas de los becarios. El grupo tiene una deuda de 1.100 millones y en 2009 perdió 279, según la auditoría de Ernst & Young.

El Consell impone un severo plan de ajuste que amenaza a Punt 2

La tijera tiene querencia por cebarse con el pobre. En el grupo RTVV, el pariente pocarropa es Punt 2. El segundo canal fue puesto en marcha en la etapa de Zaplana y sirvió, según denunció la oposición, para convertirse en una suerte de reserva india a la que fue confinada parte de la plantilla del que el ex presidente de la Generalitat consideró "el último bastión socialista". Y las estadísticas de la emisión en valenciano. El Consell ha impuesto un duro plan de ajuste al ente público que llevará a tener que prescindir del grueso de la producción propia. RTVV echará mano de espacios históricos y enlatados como venía haciendo el canal internacional. Igual que sucede en el Palau de les Arts, el plan de ajuste no ha sido totalmente perfilado. Entrará en marcha en la nueva temporada. Los sindicatos no esconden su preocupación ante un posible recorte, que, de entrada, podría afectar a los contratados por obra en programas.