Este lunes, recién hecho público el anuncio de Carmen Alborch de no repetir de candidata y mientras Jorge Alarte evacuaba consultas para atar su decisión de que el aspirante oficial fuera Joan Calabuig, el secretario general del PSPV de Valencia se reunió con los responsables de las agrupaciones de la ciudad. Les animó a emplearse a fondo en la venta de la lotería de Navidad del PSPV, que este año acaba en 5. No les pidió que recogieran avales a favor de Calabuig, entre otras razones porque no era aún candidato oficial, porque lo sería con el aval de la ejecutiva y, además, porque venía cuesta arriba, dado que acaban de movilizarse para pedir firmas por Alarte.

Sin embargo, en la cuarta planta estaba tomada la decisión de ir a por firmas, si saltaba alguien a la contra (lo ha hecho Manuel Mata), siguiendo la misma estrategia de Alarte. Es la mejor forma de achicar espacios y quemarle el terreno al rival porque un afiliado sólo puede firmar por un aspirante. Esa posibilidad quedó abierta -"no voy a prohibir a nadie recoger avales", dijo Calabuig- y ayer el plan se puso en marcha para complicarle a Manuel Mata la recogida de las 352 firmas que necesita. La decisión de ordenar a todos los referentes de las familias de la ciudad (alartistas, dirigentes lermistas, afines a Ábalos o la FSP-UGT ) la recolección de firmas se tomó coincidiendo con el acuerdo entre el tercer aspirante, Rubens Gómez, y Mata según el cual el primero le cedió las firmas al segundo para ayudar a que haya votación. Gómez le ha transferido entre 45 y 50 firmas.

La dirección revindica el derecho de Calabuig a contar con avales de la militancia, pero los partidarios de Mata entienden que si ya es candidato, por la vía de la ejecutiva, no debería ir a por avales y entienden que es una forma de querer impedir el ejercicio democrático que son las primarias. Arguyen, además, que en la ejecutiva de la ciudad se hizo el ruego de no dificultar la recogida de firmas, pero el equipo de Calabuig sostiene que nadie impide al militante apoyar a Mata y que los requisitos están ahí y son conocidos desde hace tiempo.

Varios dirigentes ven difícil que Mata logre los avales porque 352 son el 20% del censo, pero entre el 40% y el 50% de la militancia activa y no hay tiempo. Mata confía en lograrlo. Por otro lado, el dúo Alarte-Puig protagonizó anoche en Alginet su segundo acto conjunto de apoyo al secretario general frente a Asunción.