El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es el principal tributo que recaudan los 542 ayuntamientos de la Comunitat Valenciana, más de 1.233 millones de euros esperaban ingresar el pasado año por este concepto. Es decir, que casi uno de cada cinco euros que entran en los ayuntamientos vía impuestos llega por la contribución urbana y rústica.

El IBI establece su valor porcentual en relación con el valor catastral que se aplica, que viene a ser un 50% sobre el valor de mercado del bien inmueble. Así, cargará un tipo de IBI más bajo aquel ayuntamiento que haga más tiempo que no revisa su catastro, un deber que están obligados a acometer cada 5 o 10 años.

Sin embargo, una revisión catastral deriva siempre en un incremento espectacular del IBI, de ahí que muchos consistorios sean reacios a cumplir con esta obligación u menos aún un año de antes de las elecciones. Prueba de ello es que casi el 60% de los municipios de la C. Valenciana, 313 en total, no actualizan su catastro desde hace más de una década. Entre estos ayuntamientos se encuentran tres de las cinco ciudades valencianas de más de 100.000 habitantes. Alicante y Castelló no han revisado su catastro desde 1996, y Valencia desde 1998. Entre las ciudades de 50.001 a 100.000 habitantes, Elda no lo actualiza desde 1986, y entre los municipios intermedios (de 20.001 a a 50.000 vecinos), la palma se la lleva Ontinyent, cuya última revisión data de 1987.

Imp. de bienes e inmuebles

La Ley de Haciendas Locales establece para el IBI un mínimo del 0,4% y un máximo del 1,10% sobre el valor catastral del inmueble. En este sentido, ocho de cada 10 municipios de la C. Valenciana aplican una tasa igual o superior al 0,6% al IBI urbano, siendo apenas 19 (el 3%) con una contribución por encima del 1%, mientras que 57 (el 10%) carga el 0,5% o menos. Cabe destacar que 54 de estos ayuntamientos con el IBI más bajo tienen menos de 5.000 vecinos.

A la hora de considerar los ayuntamientos que más cobran por el IBI tanto urbano como rústico, hay que valorar no sólo el coeficiente que aplica sino también cuándo ha hecho la revisión del catastro. Entre los municipios que han actualizado su catastro en los últimos cinco años, la contribución más elevada la cobra Segart, que mantiene un porcentaje del 0,95% pese a haber revisado el catastro este año.

Ninguna de las cinco grandes ciudades valencianas ha actualizado el catastro en el último lustro. La contribución urbana más elevada la cobra Torrevieja, cuyo catastro es de 2004 y tiene un coeficiente del 0,59%. Torrent, con un tipo del 0,66 y un catastro de hace dos años, tiene el IBI urbano más alto entre las ciudades de más de 50.000 vecinos. En los municipios intermedios la contribución más elevada es la de Alaquàs, con un 0,85 y un catastro de 2010.

Entre los pueblos más pequeños, el IBI máximo lo encontramos en el ya citado caso de Segart. En este segmento, donde casi dos tercios de los 385 ayuntamientos de menos de 5.000 vecinos hace más de 10 años que no actualizan el catastro, sólo 22 aplican el tipo mínimo del 0,4%.

El tipo más bajo para este año lo ha acordado Chera, que tras revisar su catastro en 2009 aplica un 0,33%. Hay que tener en cuenta que Hacienda permite reducir del 0,4 al 0,1 el coeficiente mínimo durante los tres años siguientes a la modificación catastral. Cabe destacar que aunque 77 municipios que han revisado su catastro en los últimos tres años podrían aplicar este tipo superreducido sólo uno se ha acogido a esta cláusula para gravar menos el bolsillo de sus vecinos.

El IAE

El Impuesto de Actividades Económicas (IAE), que supuso en su momento grandes ingresos para los municipios, sólo lo pagan hoy día aquellas sociedades mercantiles que facturan más de un millón de euros al año. Aún así, el año pasado los ayuntamientos valencianos esperaban recaudar por este concepto 147,6 millones de euros. Es el tercer puntal de la carga impositiva municipal.

En este caso la horquilla va de un coeficiente máximo del 3,80 que aplican 16 municipios liderados por Torrevieja, que es la única gran ciudad que alcanza este tope, hasta el 0,50 con que cuentan Benidoleig, Sierra Engarcerán y otros 12 pueblos de menos de mil habitantes. Entre los municipios que cargan ese 3,80 máximo hay cinco municipios intermedios (Alzira, Burjassot, Xàbia, Alaquàs y Mutxamel) y cuatro pueblos de más de 5.000 vecinos (l'Eliana, Benetússer, Almàssera y Rocafort).

Rodaje

El Impuesto de sobre Vehículos de Tracción Mecánica, conocido como rodaje, es el segundo más importante. El pasado ejercicio los municipios valencianos contemplaban ingresar por esta vía 273 millones de euros.

En el caso de los turismos, el rango de motores de 1.600 a 1.999 cm3 es el mayoritario, seguido del de 1.200 a 1.599 cm3, representando ambos casi ocho de cada 10 coches. Los primeros se encontrarían en el tramo del impuesto que va de los 8 a los 11,99 caballos fiscales o de vapor (cv), mientras que los segundos entrarían en el de 12 hasta los 15,99 cv. Hacienda establece para el tramo con más turismos un impuesto mínimo de 34,08 euros al año, que los ayuntamientos pueden aumentar como máximo hasta el doble de esta cantidad, 68,16 euros.

Sólo seis municipios valencianos cobran dicho tope máximo. Castelló es la única gran ciudad que lo aplica. Entre los 49 ayuntamientos intermedios únicamente tres exigen el máximo: l'Alfàs del Pi, Xirivella y Novelda.

En segundo tramo con más turismos, de 12 a 15,99 cv, la horquilla que establece la ley va desde un mínimo de 71,94 euros, hasta un tope de también el doble. Un total de 74 municipios cobran más de 120 euros, y sólo 8 el máximo de 143,88 euros. Entre ellos Castelló y cuatro municipios de 20.000 a 50.000 habitantes (Xirivella, Ontinyent, Algemesí y Novelda).

Construcción y obras

El Impuesto sobre Construcción, Instalaciones y Obras (ICIO) aplica un porcentaje sobre el presupuesto de la obra o reforma a realizar. El tipo máximo que contempla la ley es del 4%, porcentaje que aplican 69 ayuntamientos valencianos, liderados por las tres capitales provinciales más Torrevieja. El mínimo legal previsto, el 0,4%, no lo contempla ninguno de los 532 ayuntamientos que han introducido este impuesto.

Salvo Confrides, consistorio sobre el que el Ministerio de Economía y Hacienda no ofrece ningún dato, hay 9 pueblos que no aplican el ICIO, de los cuales sólo superan los mil vecinos Benirredrà y Jalance. Los siete restantes, que cuentan con menos de 250 vecinos, son Alcocer de Planes, Millena, la Mata de Morella, Estubeny, Llocnou de la Corona, Herbés y Villores.

Mientras no llega al 13% de los municipios valencianos aplican el máximo legal, la mitad de ayuntamientos cobran más de un 3%, mientras que sólo 86, todos ellos por debajo de los 5.000 habitantes, exigen menos del 2% del valor de la obra.