Ha habido este curso otro centenar de jubilaciones anticipadas en tiempo de crisis.

Este año se han jubilado los profesores que les corresponde por razones de edad, al cumplir la edad reglamentaria, y también se jubilan algunos que se han acogido al régimen de jubilación anticipada. Un régimen que han tenido algunas universidades, como la Politécnica y nosotros, pero es muy difícil de mantener cara al futuro por razones que están en la mente de todos.

¿Desaparecen?

Lo tenemos que estudiar en la Universidad. Tal como está concebido en estos momentos de jubilación anticipada a los 60 años, con diez años de cobertura, es económicamente muy difícil porque exige un esfuerzo presupuestario en un escenario restrictivo y eso no es fácil de poderse mantener.

¿Por dónde será el recorte presupuestario?

Habrá un recorte que se contempla, por ejemplo, en los presupuestos del Estado en investigación. Es una mala noticia y habrá menos proyectos en el plan nacional. Pero la Universidad no se puede parar, como la implantación de los nuevos grados en este curso. Empieza una nueva fase, habrá que consolidarlos, garantizar calidad, el seguimiento, es posible que se requieran más profesores y espacios docentes de acuerdo a la nueva metodología. La Universidad no se puede parar y tendrá que hacer frente a ello.

El recorte en investigación ¿afectará al campus de excelencia?

El 19 de octubre se hará la presentación del proyecto frente ala comisión internacional en Madrid. Estamos muy confiados en que esta vez, con la coalición, saldrá bien. Es una legítima aspiración.