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Una patrulla del Seprona de la Guardia Civil capturó el viernes a un ejemplar de lobo en un paraje del término municipal de Requena. La noticia, confirmada por diversas fuentes, ha sorprendido a la comunidad científica, que duda sobre la procedencia de este animal.

Las últimas citas sobre lobos salvajes capturados en la provincia de Valencia datan de 1920 y las correrías de algunos ejemplares aislados de lobos procedentes del norte de España parecían tener una frontera insalvable en Teruel, aunque en 1987 fue abatido un macho en Morella.

Preguntada al respecto, la Conselleria de Medio Ambiente ha optado por el silencio, aunque fuentes bien informadas aseguran que el ejemplar de lobo, una hembra adulta, fue trasladado al Centro de Recuperación de Especies del Saler, donde los técnicos cuidan al hambriento ejemplar antes de darle un nuevo destino por ahora desconocido. Según las fuentes, a falta de cerrar la investigación abierta por la propia Guardia Civil, la loba capturada en Requena podría haberse fugado del centro de Fauna Ibérica, situado en El Rebollar, una aldea de Requena próxima a Siete Aguas. Al parecer, el centro se encuentra cerrado desde hace meses por razones económicas, aunque un cartel en la puerta indica que está cerrado "por reforma".

La Guardia Civil estaría investigando ahora si la huida se produjo accidentalmente o como consecuencia del cierre y posible deterioro del centro. Hasta ahora, sus propietarios han mantenido su responsabilidad sobre las instalaciones y los animales que alberga, aunque fuentes próximas al caso consideran la situación como "insostenible". Hay que dar de comer todos los días a los animales, pese a que no hay ingresos, y realizar tareas de mantenimiento.

Animales peligrosos

El parque de la naturaleza Fauna Ibérica abrió sus puertas en agosto de 1999 fruto de la iniciativa de un grupo de biólogos y empresarios valencianos. Ocupa una amplia superficie forestal, limítrofe con la Sierra de Malacara, y además de lobos -hasta el momento de cerrar sus puertas había dos machos y una hembra, probablemente la capturada el pasado viernes- albergaba una pequeña colonia de osos, en concreto una madre traída de Cabárceno, en Cantabria, y tres oseznos: un macho y dos hembras.

De momento, se desconoce el destino de estos animales y si permanecen o no en el parque, que ayer tenía cerradas sus puertas. Se ignora también si la conselleria está asumiendo sus competencias para dar una salida a estos animales que en breve podrían adquirir la condición de "abandonados".

Avistado por unos niños

La captura de la loba fue realizada por la patrulla del Seprona en colaboración con el servicio de la perrera de la Mancomunidad Tierra del Vino. Según las fuentes, el animal fue visto vagando el pasado viernes cerca de Siete Aguas. Al parecer, varios niños que se encontraban jugando vieron algo extraño en el comportamiento del animal, a pesar de que no consta que tuviera un comportamiento agresivo.

Fueron los niños los que dieron la voz de alerta e hicieron que uno de los padres avisara al Seprona. Una patrulla con sede en Utiel se acercó al lugar e intentó capturar al animal con un lazo. Finalmente fue necesaria la ayuda de un especialista, responsable de la perrera en la Mancomunidad Tierra del Vino, quien intervino en apoyo de los agentes.

Según las fuentes, la operación no fue fácil y aunque se nota que la loba está acostumbrada a la presencia humana, cuando se vio capturada tuvo un comportamiento muy agresivo que ha dejado huella en la furgoneta empleada en su transporte.

Ejemplares aislados han sido vistos en Teruel

La persecución a la que fue sometido el lobo desde principios del siglo XX en España fue especialmente eficaz en tierras valencianas. Uno de los últimos reductos del lobo fue la Muela de Cortes y Sierra Martés. Sin embargo, a principios de siglo comenzó la construcción de las centrales hidroeléctricas del Júcar y con ellas llegó la "civilización" incompatible con el depredador, que hasta entonces había convivido con cabras y ganados. La proliferación de las armas de fuego y el uso de venenos y cepos acabó con los últimos lobos alrededor de 1918. En la Serranía de Cuenca, próxima a Requena, el lobo había desaparecido en 1910 mientras que en la de Albarracín todavía hay una cita de 1945. En la vecina Cataluña el último lobo fue abatido en 1929, aunque desde 2002 vuelve a detectarse la presencia habitual de una colonia de lobos que ha bajado desde los Pirineos. La expansión del lobo en el norte de España ha hecho posible que en las últimas décadas se hayan visto ejemplares aislados en Guadalajara y Teruel, además del de Morella en 1987.