Aunque revista tintes cinematográficos, la realidad vuelve a superar a la ficción. El presidente de Coalició Valenciana, Juan García Sentandreu, reservó la habitación 316 del Hotel Astoria de Valencia y estuvo allí solo desde las siete de la mañana del domingo para poder permanecer en el interior del recinto, sortear el control policial y acosar e insultar a mediodía al diputado catalán Joan Laporta, expresidente del Barça y líder de Solidaritat Catalana per la Independència.

Según explicó él mismo a este diario, Sentandreu, de 50 años, hizo la reserva a su nombre a principios de semana. El sábado por la mañana pagó la habitación individual con desayuno incluido (algo más de 100 euros) y recogió la llave. Después de haber dormido en su casa, a las siete de la mañana del domingo llegó en taxi al céntrico hotel como un cliente más y aguardó en su habitación hasta que llegara Laporta y el resto de su comitiva: los otros tres diputados de Solidaritat en el Parlament (Alfons López Tena, Uriel Bertran y Antoni Strubell) y los máximos dirigentes valencianos del PSAN como Josep Guia y Núria Cadenas, que llegaron al Astoria alrededor de las 11.50 horas.

¿Qué hizo Sentandreu durante esas casi cinco horas solo? Se duchó en la habitación, se sentó en el sillón a ver la televisión y atendió repetidas llamadas telefónicas de activistas de Coalició Valenciana que le preguntaban extrañados por qué no acudía a las puertas del hotel para sabotear el acto -nadie conocía su plan secreto.

A las once de la mañana, Sentandreu bajó a la entreplanta y allí departió con unas vendedoras de abrigos de visón mientras, por el cristal de la fachada, veía lo que ocurría en el exterior. Cuando entraron al hotel Joan Laporta y el resto de políticos independentistas, el presidente de Coalició Valenciana bajó rápidamente la escalera y, empuñando una Senyera, le gritó al diputado catalán el insulto preparado: "¡Laporta: nazi, invasor, vete a tu casa. Fuera del Reino de Valencia! ¡Regne de València lliure de fascistes y catalanistes!".

El presidente de Coalició Valenciana negó cualquier vinculación de Coalició Valenciana con el espray de defensa que alguien utilizó contra los políticos independentistas y añadió: "Creo que lo usaron ellos contra nosotros pero el chorro se les fue de lado". Sin embargo, rechazó la condena de este intento de agresión y se declaró "muy contento" por la trifulca montada. Es más: adelantó que convocará una "gran manifestación" anticatalanista como "plebiscito" que avale lo sucedido.

Anticatalanismo "en declive"

Por su parte, el dirigente independentista del PSAN y hombre fuerte de Solidaritat en la Comunitat Valenciana, Josep Guia, lamentó ayer "la infiltración del antidemócrata Sentandreu" y sus "insultos e intentos de agresión". "Estamos estudiando hacer una denuncia contra la gente que atentó contra nuestros derechos fundamentales", dijo Guia, y advirtió a Sentandreu: "Que vaya con cuidado porque todavía le tocará recibir alguna condena". Guia también subrayó que el domingo se demostró que el anticatalanismo "está en declive" y que se ha abierto una nueva etapa en la normalización de las relaciones entre Valencia y Barcelona".

En la ciudad condal, el portavoz de Solidaritat, Uriel Bertran, reclamó ayer en una rueda de prensa "tolerancia cero" hacia los grupos antidemocráticos que no respetan la libertad de expresión y afirmó que "no estaría de más que el PP y el PSOE" condenaran la acción. Ciutadans sí que lo hizo. Pero ya no hubo más condenas.

La falta de candidatos lo mantiene de líder

Juan García Sentandreu anunció en octubre que iba a dejar la presidencia de Coalició Valenciana, el partido que fundó en 2004 como bastión del "blaverismo" más radical, y convocó el VII Congrés Foral para que el 29 de enero eligiera sucesor. Aunque en un principio había una terna de aspirantes (Manuel Latorre, Alfonso Doménech y Vicente Boluda), ninguno de ellos presentó su candidatura antes del plazo señalado, el 31 de diciembre. Por tanto, no hay candidatos y el Congrés Foral se ha aplazado hasta después de las elecciones. Sentandreu seguirá de forma interina hasta que se celebren los comicios y "probablemente" será el candidato a la alcaldía de Valencia, según dijo él mismo ayer. La sucesión en el "blaverismo", pues, ha echado el freno.