Cuando tres actores políticos asumen posiciones de máximos incompatibles entre sí y las acompañan de advertencias de renuncias si pierden el pulso, el desenlace sólo tiene dos salidas: o hay dimisiones o alguien queda políticamente desautorizado y en evidencia. Esos tres son Francesc Colomer, Jorge Alarte y Ximo Puig. El líder del partido trasladó al secretario provincial su petición de que incluyera en la lista por Castelló al presidente del partido, Óscar Tena, y al alcalde de Morella, Ximo Puig, de dos y de tres respectivamente. Colomer, con el apoyo del 53% de su ejecutiva, los excluyó, y Alarte está resuelto a enmendar esa candidatura antes de elevarla a la comisión nacional de listas. Pero Puig ha comunicado al candidato a la Generalitat que a estas alturas está dispuesto a esperar a 2012 para ir en la lista al Congreso y no piensa aceptar ahora ser impuesto porque quedaría como una salvación personal cuando varios de sus afines han sido excluidos.

Y mientras todas estas posiciones se barajan en privado, Colomer lanzó ayer públicamente un órdago a Blanquerías al defender en un artículo en prensa la lista que ha propuesto. Y si se la corrigen, tirará la toalla.

El todavía alcalde de Benicàssim lamenta que su apuesta de candidatura «parece no haber podido despertar las vibraciones que un servidor pretendía». Y remata con el amago de dimisión en caso de que Alarte la rectifique: «Llegados aquí muestro mi sentimiento de orgullo por el equipo conformado y ratificado democráticamente por la comisión ejecutiva provincial, sin el cual no se entendería mi continuidad en este proyecto». En la cuarta planta de Blanquerías tomaron nota de un desafío que no hizo ninguna gracia. «Colomer ha de hacer su lista, pero el proceso no acaba ahí, sino en el comité nacional», indicaron fuentes próximas a Jorge Alarte. Óscar Tena irá en esa candidatura, agregaron, «porque es el presidente del partido y porque, junto a Puig, ha de verse el compromiso de integración», indicaron las mismas fuentes. Tena llegó a la ejecutiva en el congreso del PSPV en septiembre de 2008 tras embarcarse en la plataforma municipalista que lideraba el alcalde de Onda, Enrique Navarro, próximo en su día a Jordi Sevilla y en la órbita de Leire Pajín. La diputada Isabel Escudero también ha sido excluida de la lista.

Colomer defendió en su escrito publicado en «Mediterráneo» que la candidatura propuesta responde a una voluntad de «superar las familias internas como sustento de toda vida orgánica». «No puede alimentarse eternamente la divisoria imaginaria entre supuestos miembros de una familia», advirtió Colomer. «Recuperar la sociedad» y «combatir los excesos de un poder autoritario y rancio (...) lanzando un mensaje de regeneración con legitimidad moral» frente al PP de Carlos Fabra eran los otros dos objetivos prioritarios que se marcó al frente de su ejecutiva, según subrayó.

La aceptación de Puig de ir en la lista, como le ha pedido Alarte, dependerá de la inclusión de alguno de sus afines en Valencia. Antoni Such no está totalmente descartado. Es más probable, con todo, que Alarte repesque al ex secretario general, Ignasi Pla, con quien ayer se reunió. Podrí hasta ir de tres, lo que obligaría a retroceder posiciones a toda la candidatura. El jefe de gabinete de Alarte, Josep Moreno, está por ahora de doce y como comodín. Es lo que tiene la confianza, que da asco.