Los grandes proyectos faraónicos que se vendieron en campaña electoral se han quedado en más de algún ayuntamiento, sólo en el papel. Grandes remodelaciones, promesas de imperiosa necesidad y soberbias construcciones que intentaron acaparar —y consiguieron— la atención del votante están en el aire. No todo ha sido falta de voluntad, la crisis económica ha dejado en evidencia las maltrechas arcas municipales, en su mayoría asfixiadas por los gastos y apenas sin capacidad para la inversión. Las comarcas valencianas están plagadas de ejemplos.

LA RIBERA

Promesas de 2003

En Alzira aún continúa pendiente desde 2003 la construcción del auditorio-palacio de congresos que debía edificarse en un solar de Tulell. Se convocó un concurso de ideas, hubo cuatro proyectos finalistas y se convocó una votación popular de la que nunca se ha dado el resultado. El gobierno municipal (PP) desestimó todos los proyectos por su elevado coste y trabaja en un diseño más económico. La recuperación del convento de capuchinos es otra actuación que también se ha ido al limbo. De 2007, en el aire también está la construcción de un nuevo puente sobre el Xúquer o el Palacio de Justicia para reunir en un sólo edificio los diferentes servicios relacionados con la justicia que hoy ocupan cuatro sedes diferentes es un proyecto que se arrastra desde el año 1996 y que sigue sin materializarse.

En Cullera, una de las obras más esperadas es la construcción de la piscina cubierta en la zona del Bulevar del Xúquer. Tampoco se ha construido aún el túnel que debía atravesar la montaña de Cullera desde la entrada norte de la ciudad hasta las playas del Racó. Al igual que en 2010, este proyecto se ha vuelto a quedar fuera de los presupuestos de la Generalitat. En Guadassuar se iban a construir ocho mil casas, dos campos de golf, dos hoteles de lujo, dos campos de fútbol una piscina cubierta, un palacio de congresos, un colegio inglés, un parque tecnológico y una gran área comercial y de ocio. Y hasta un helipuerto. En 2008, con la crisis ya instalada, el alcalde, José Ribera, aún mantenía la promesa. Hoy sólo se divisan campos de naranjos.

CAMP DE MORVEDRE

Sin teatro

Hablar en Sagunt de un gran proyecto anunciado a bombo y platillo es la Ciudad de las Artes Escénicas. El proyecto fue presentado por todo lo grande el en el 2000, justo la víspera de la campaña de elecciones. El protagonista de la presentación fue Eduardo Zaplana. A su lado estuvo la actriz griega Irene Papas. El escenario fue el Teatro Romano, que desde la denuncia presentada por Marco Molines era la primera vez que recibía la visita de un president de la Generalitat del PP. Las cifras y datos eran espectaculares: una extensión de 488.730 m2, 72 millones; un centro de enseñanza, y exhibición de las artes escénicas, recuperación del patrimonio industrial de Sagunt. Números que con el transcurso de estos 11 años se han ido moderando. El último capÍtulo ha sido la firma de un convenio donde el ayuntamiento cede los terrenos a la Generalitat. El Consell presentará uno nuevo. Eso sí, en seis meses.

LA SAFOR

El negocio del suelo

Casi todos los ayuntamientos de la Safor iban a financiar una buena parte de sus grandes proyectos con reclasificaciones de suelo, con enormes beneficios para propietarios como promotoras. Alfauir, Palma, Villalonga, Tavernes y Simat llegaron a proyectar campos de golf con grandes urbanizaciones que se han esfumado. En Oliva, el mayor pinchazo conocido ha sido el del Centro Ecuménico el Salvador, que iba a convertirse en una referencia mundial del diálogo entre las distintas confesiones cristianas. Aunque la crisis económica aún quedaba lejos, el Arzobispado de Valencia y la Congregación del Vaticano para la promoción del ecumenismo no encontraron la financiación necesaria. La propiedad del solar ha revertido en el Ayuntamiento de Oliva después de un largo proceso judicial.

LA MARINA

Ni tren ni trinquetes

Las mociones de censura en Dénia y Calp y el cambio de pacto a mitad de mandato en Xàbia (en todos los casos, el PP volvió al poder, y en Dénia se hizo con la alcaldía) no han ayudado. Además, era fácil prometer cuando los proyectos dependían del Consell y el Gobierno central. Todos los partidos de Dénia incluían en su programa electoral el tren a Gandia, una reivindicación histórica. La actual alcaldesa, Ana Kringe, del PP, se puso hace un año al frente de la manifestación comarcal por la conexión ferroviaria. Pero, aunque el tren se ve más cerca, el protocolo para su construcción que deben firmar la conselleria de Infraestructuras y el Ministerio de Fomento sigue sin llegar. Kringe ha anunciado que se suscribirá más pronto que tarde. Pero si se firma a pocos días de las elecciones, el tren de nuevo entrará en esa vía muerta de las promesas electorales con pocos visos de hacerse realidad. El PP también incluía en su programa electoral los aparcamientos en altura. No hay ni proyecto. Pero una promesa electoral que sí se ha cumplido es la de la piscina cubierta. Eso sí, el gobierno de PSPV y Bloc fue el que inició el proyecto y adjudicó las obras. Pero la actual alcaldesa y el presidente del Consell, Francisco Camps, las inauguraron. El PP de Xàbia prometió un gran auditorio y una piscina cubierta de seis millones de euros. Ni lo uno ni lo otro. Lo curioso es que la construcción de la piscina era la parte que debía cumplir el Consell de un convenio que obligaba al ayuntamiento a construir un trinquet de pilota valenciana. El alcalde del Bloc, Eduardo Monfort, quien gobierna con los populares, sí ha inaugurado el trinquet (otro compromiso electoral), pero la Generalitat ha olvidado su parte del trato.

L´HORTA

Los grandes proyectos al

cajón

L´Horta ha sido escenario de grandes anuncios de proyectos que han ido a un cajón. En Alaquàs, una de los proyectos más originales que aprobó el pleno en la etapa de Jorge Alarte al frente de la alcaldía es un carpódromo en el llamado Parc del Dijous, una franja de huerta que limita la población y que se ha convertido en una zona verde urbana. Se aprobó a propuesta del Club de Pesca y aunque en los primeros meses se realizaron muchas gestiones y se visitaron algunos carpódromos urbanos, el proyecto lleva años en el olvido. En Aldaia, proyectos que llevan años a la espera son el nuevo edificio para albergar la escuela de Artes y Oficios, una de las más relevantes de la provincia, y la reforma del antiguo ayuntamiento para construir un edificio cultural. En Catarroja, todos los proyectos vinculados al a la macrourbanización Nou Mil·lenni están en el aire, entre ellos el plan integral de intervención en el Port. En Paterna, el proyecto más esperado que han prometido y repetido varias corporaciones es la residencia y centro de día para los mayores, que aún no se ha ejecutado pese a la numerosa población de jubilados.

LA COSTERA

Sin el nuevo hospital

La construcción de un nuevo hospital fue el proyecto sobre el que giró la campaña electoral del año 2007. Los dos principales partidos, PP y PSOE, se comprometieron a llevar a cabo la obra en estos cuatro años, pero el proyecto no ha pasado de la virtualidad de los planos y de un cartel anunciador, colocado sobre un solar del Pla de Sant Vicent a principios de 2009 y que costó cerca de 20.000 euros. La alcaldesa de Ontinyent, Lina Insa, del PP, por su parte, ha señalado que el proceso para sacar a concurso las obras «está en marcha» y que se espera que se empiecen los trabajos «antes de las elecciones».

CASTELLÓ

Ciudad de la Música olvidada

Uno de los proyectos más ambiciosos que tuvo la Generalitat en Benicàssim y que no se sabe si algún día verá luz es la Ciudad de la Música. Fue en el 2006 cuando Francisco Camps anunció su creación, que aprovecharía parte de la infraestructura del FIB y que serviría, según el jefe del Consell, para «seguir promocionando el nombre de la Comunitat Valenciana por todo el mundo».

Un escenario fijo con aforo para 40.000 espectadores, dos estudios de grabación, 20 salas de ensayo y tres espacios polivalentes para 10.000, 5.000 y 1.200 personas, respectivamente, sería lo que se podría llevar a cabo gracias a la inversión de 30 millones de euros por parte de la Generalitat. Pero, a día de hoy, la Ciudad de la Música se encuentra actualmente en vía muerta, y sin que la Generalitat dé señales de vida, pese a la insistencia del consistorio benicense. Ahora. se anuncia que el plan urbanístico ligado al proyecto de la Ciudad está sin agente urbanizador.