La presidenta de la sala, Pilar de la Oliva, reclamó al secretario general del PSPV, Jorge Alarte, que se ciñera a los hechos enjuiciados durante su declaración como testigo. Alarte señaló que conocía el informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales porque lo vio publicado en los periódicos. Alarte empezó entonces un alegato contra la corrupción. "Nuestro grupo parlamentario reacciona cuando tenemos información sobre corrupción, que como usted sabe -contestando al abogado del PP- hay mucha en la Comunitat Valenciana", apuntó. De la Oliva advirtió en ese momento a Alarte de que se abstuviera de hacer comentarios gratuitos.

Por otra parte, Jorge Alarte indicó que Luna no le informó cuando recibió el documento, pero destacó que es normal porque "el síndic tiene toda la autonomía para decidir día a día. Yo no estoy allí -en las Corts- viendo las preguntas y repreguntas".

Los otros tres testigos se centraron en explicar cómo llegan los documentos a los parlamentarios. El juez instructor consideró que había indicios suficientes para juzgar a Luna por un delito de encubrimiento porque descubrió que antes de declarar en el TSJ por el delito de revelación de secreto le preguntó a su escolta si dejaban rastro los sobres que recibía en las Corts.

El jefe de seguridad en las Corts explicó a los magistrados que un vigilante le comunicó que el escolta de Luna preguntaba sobre cómo se controlaba la correspondencia y decidió informar a su superior porque no lo vio "correcto". El testigo precisó que era la primera vez que le ocurría algo parecido en los cinco años que lleva como jefe de seguridad de las Corts.

Luna no se lo ordenó al escolta

Minutos después, el escolta de Luna -que es un policía- puntualizó a la sala que el parlamentario no le pidió que investigara cómo se gestiona la correspondencia en las Corts. "El día que fue a declarar al TSJ me preguntó si los sobres se controlaban. Le dije que se anotaban en un libro de registro, pero que lo preguntaría. Él no me ordenó que lo hiciera".

El cuarto testigo que prestó declaración fue el gerente de la sede del PSPV en Blanquerías, Francisco Martínez. El testigo avaló la tesis de Luna de que el sobre con el informe bajo secreto pudo llegar a la sede del partido y que alguien se lo acercó a su despacho en las Corts y se lo dejó encima de la mesa.

El abogado del PSPV pidió al finalizar el juicio que Luna sea absuelto y que se condene al Partido Popular a pagar las costas del proceso por actuar de mala fe.