Los signos de la recuperación económica de la Universitat de Valencia pese a la crisis, con dos años seguidos en saldo positivo, se volvió ha hacer patente ayer en el informe anual del gerente de la institución, Joan Oltra, sobre el balance de los 370,57 millones de euros de su presupuesto en 2010, que presentó al Consejo de Gobierno.

Como en 2009, la Universitat liquidó 2010 con un saldo de tesorería positivo de 2,882 millones de euros, mientras el superavit de financiación fue de 14 millones, por la diferencia entre el total ejecutado entre gastos e ingresos, señalaron en una nota desde la institución, tras la reunión del Consejo de Gobierno.

El mayor quebradero de cabeza continuó siendo la "deuda histórica" que las Generalitat mantiene con esta universidad, aunque se redujo en seis millones de euros y ahora se sitúa en 178,686 millones.

Pero también es un problema la dificultad actual de disponer de tesorería por "la cautela de las entidades financieras" señaló el gerente. Así, se debieron pagar 9,822 millones de euros por gastos de financiación, incluidos los 915.000 que costó la fórmula del "confirming" (servicio de gestión de pagos a proveedores que ofrece una entidad financiera) por atrasos de los pagos del Gobierno valenciano en cuatro meses de 2010.

El presupuesto de ingresos se elevó a 533,509 millones de euros. La previsión resultó muy ajustada, señalan las mismas fuentes, hasta el extremo que el porcentaje de ejecución fue de un 102, por ciento mientras que los 533,509 millones previstos como gastos se ejecutaron en un 77,1%. Un porcentaje considerado por el gerente como "ligeramente reducido". Esta diferencia entre ingresos y gastos ejecutados provocó un superavit de financiación de 14 millones

Los gastos de personal aumentaron un 1,8% y los de funcionamiento subieron un 3,5, cuando los precios crecieron un 3%. Oltra cree que la Universitat tiene garantizada la viabilidad financiera a medio plazo siempre que la Generalitat cumpla sus compromisos.