Mònica Oltra Jarque es la persona que puede escribir, en las próximas elecciones generales, un segundo capítulo histórico en el valencianismo político de raíz fusteriana, aunque ella misma no milite en el Bloc. Por primera vez el 22-M, el partido heredero de la histórica Unitat del Poble Valencià (UPV) entró en las Corts, y holgadamente (más del 7% del voto), sin ir de la mano de Esquerra Unida.

Acudió en un pacto con Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds-Esquerra Ecologista, dos formaciones minoritarias por número de militantes, pero que aportan, según reconocen en el propio Bloc, mucho valor añadido. Especialmente la diputada Oltra, que ha sido una de las caras de la oposición más representativa de la denuncia en las Corts del caso de los trajes de Camps y otros escándalos de corrupción. Sus camisetas con mensaje ("Canal 9 manipula", en un debate en TVV, y "Wanted Camps, only alive") han dado la vuelta al ciberespacio, con decenas de miles de visitas en youtube.

Ahora, en la plana mayor del Bloc quieren aprovechar el tirón de Oltra para que la cosecha de 118.727 votos (el 8,66% de los emitidos) que Compromís logró en las autonómicas por la provincia de Valencia se traduzca en un escaño al Congreso. No está en absoluto hecho, pese a estos resultados, dado que en las generales de 2012 sin duda que influirá el llamado voto útil en la izquierda en el duelo Rajoy-Rubalcaba.

Con los resultados del pasado 22-M, Compromís lograría por vez primera un diputado en Madrid, Esquerra Unida recuperaría el que perdió en 2008 y el PSPV bajaría tres escaños, uno de los cuales iría a parar al Partido Popular. Los socialistas pasarían de 14 a 11 diputados, mientras que el PP lograría 20. Sería la mayor diferencia jamás vista en unas generales entre las dos formaciones mayoritarias.

En las legislativas de 2008, las urnas dictaminaron que la representación de las circunscripciones valencianas sería por vez primera bipartidista: el PP logró 19 actas de diputado y el PSPV, 14. La apuesta de Compromís, entonces, fue la abogada Isaura Navarro, pero no logró diputado. Compromís logró 19.826 votos en la provincia de Valencia, apenas el 1,3%. En 2012, Oltra sería la opción preferida si bien, en caso de salir elegida, debería dejar el acta en las Corts o dimitir y ceder el escaño en Madrid al dos de la lista, lo cual podría entenderse como poco elegante y algo así como un fraude al electorado, según algunas fuentes consultadas.

Entre los nombres que suenan con fuerza para ir de dos en la candidatura al Congreso está el de Diego Gómez, expresidente de Escola Valenciana, quien ya iba en listas autonómicas en los pasados comicios del 22-M.

Si finalmente se elige a Mònica Oltra con el fin de mantener vivo el tirón electoral experimentado por la coalición, en buena parte también al calor de la debacle socialista, el secretario general del Boc, Enric Morera, estaría ante una operación de doble filo.

Si se lograra escaño, Morera, que a fin de cuentas es el líder del partido locomotora de la coalición, se habría anotado otro tanto por su capacidad para generar equipos y para cultivar el protagonismo coral, pero también es cierto que Oltra se asentaría claramente como una opción clara de ser el cartel electoral a la Generalitat en 2015.