El corredor mediterráneo ya es, virtualmente, un eje prioritario de las redes transeuropeas de transporte (RTE-T) en ferrocarriles, carreteras y puertos. La Comisión Europea hizo público ayer una propuesta de diseño de las infraestructuras que considera "básicas" y que deben estar acabadas antes de 2030.

El documento aún no es definitivo (aún debe aprobarse por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo) por lo que su tramitación definitiva puede prolongarse durante todo 2012. Pero, al contrario de lo que sucedió en 2003, el eje mediterráneo ya existe para Europa y, además, se considerará como red básica. En toda la península Ibérica la Unión Europea aceptado incluir los cinco corredores propuestos por el Gobierno, aunque sólo dos serán trasfronterizos: el corredor Atlántico que forma parte del eje Lisboa-Estrasburgo y el eje mediterráneo que conectará España con Budapest.

Por ello, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Fomento, se compromete a invertir 19.424 millones de euros hasta 2020 en el corredor mediterráneo (incluye 2.000 millones del eje central). El tramo prioritario es el Valencia-Barcelona.

En total, el Ministerio de Fomento se compromete a invertir unos 49.000 millones de euros en el ferrocarril español (convencional y de alta velocidad) hasta 2020 (de los que el 35 % irán destinados al eje mediterráneo) lo que representan unos 7.000 millones de euros anuales (el 0,7 % del PIB, cuando la inversión actual de Fomento es el 1,4 % del PIB). Estos compromisos de inversión tendrán obligación jurídica ya que el diseño de las redes y el compromiso presupuestario se verá reflejado en sendos reglamentos de carácter obligatorio para cada Estado miembro.

La Comisión Europea podría financiar hasta el 20 % de algunos de estos proyectos (40 % si son transfronterizos), aunque la inversión europea para cada eje prioritario aún no está cuantificada (se decide con las licitaciones).

No obstante, el trazado del corredor mediterráneo no es el que planteaba el "lobby" Ferrmed (ver la infografía que acompaña esta información), defendido ardientemente por quienes en 2003 no dijeron esta boca es mía.

Finalmente, la Comisión Europea considera más viable conectar Almería con Granada y Antequera (en obras) desde donde saldrán dos ramales hacia Algeciras y Sevilla, en lugar de construir un nuevo ferrocarril paralelo a la costa que el Ministerio de Fomento "estudiará en función de la demanda". "La Comisión Europea no permite dos itinerarios redundantes, salvo que los elevados volúmenes de tráfico así lo aconsejen", explican fuentes de Fomento.

Quienes sí tienen garantizada las conexiones ferroviarias y viarias son los principales puertos del Mediterráneo: Barcelona, Tarragona, Castelló, Sagunt, Valencia, Alicante, Cartagena, Carboneras, Almería, Motril, Málaga, Algeciras, Sevilla, Cádiz y Huelva. Sólo se considerarán transeuropeos de primer orden Barcelona, Tarragona, Valencia y Cartagena.

Además, también será prioritaria la intermodalidad del corredor "al conectar los grandes centros de producción como Seat-Martorell y Ford-Almussafes, además de la creación de terminales intermodales en los nodos logísticos". A la Comunitat Valenciana también le beneficiarán otros dos corredores "internos" incluidos en las RTE-E como el Cantábrico-Mediterráneo y el Atlántico Mediterráneo (ver el mapa adjunto). La gran perdedora ayer fue la travesía central pirenaica (40 kilómetros de túnel) para la que sólo hay "compromisos de tener los estudios antes de 2023", según Fomento.

Fomento licita el AVE Valencia-Castelló

El "Diario Oficial de la Unión Europa" publicó ayer los dos anuncios de información previa de licitación del trazado de alta velocidad Valencia-Castelló. El contrato más voluminosos es el referido a las obras de plataforma, por valor de 876,3 millones de euros (las obras) más 50 millones por el mantenimiento de la infraestructura por valor de 50 millones de euros. Este contrato incluye la redacción de los proyectos (que Fomento ya tenía redactados y que las empresas pueden asumir y modificar), la ejecución de las obras de plataforma y el montaje de vía, de la línea de alta velocidad Valencia-Castelló.

Fomento advierte en el anuncio que "el contrato tiene la consideración de participación publico-privada, por el cual el contratista participará en la financiación de las inversiones", según lo previsto en el pliego de cláusulas administrativas, aunque también recuerda que se podrá recibir financiación de los Fondos Feder, Fondos de Cohesión y ayudas de las redes transeuropeas de transportes (RTE-T). El otro contrato remitido a la Unión Europea es el de la superestructura del AVE Valencia-Castelló que asciende a 219 millones de euros (sin IVA).

Este concurso se refiere a la redacción de proyectos de las instalaciones de energía, señalización, telecomunicaciones fijas, telecomunicaciones móviles e instalaciones de protección civil y seguridad de la línea de alta velocidad Valencia-Castelló, (por 132 millones de euros) además de mantener las instalaciones durante 25 años (cuyo coste asciende a 87 millones).