La Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente ha hallado ejemplares de blenio de río en las prospecciones de control que realiza en las obras del Azud de la Marquesa, de donde parte el trasvase Júcar-Vinalopó, según informó ayer la Generalitat Valenciana.

La aparición de esta especie y de otras como la gambeta de agua dulce, acreditan una calidad biológica en el punto de toma de la infraestructura que niegan los regantes alicantinos beneficiarios del trasvase tras denunciar que el agua en el tramo final del Júcar no tiene calidad ni siquiera para regar.

El blenio de río (Salaria fluviatilis)es una especie muy exigente que figura entre las más amenazadas de la Comunitat Valenciana. Según aseguró el director general de Medio Natural, Alfredo González, a pesar de que no son muchos los ejemplares de la especie capturados, "se estima que la población podría ser abundante, ya que se trata de una especie bentónica, es decir, que se encuentra normalmente nadando pegada al fondo, por lo que su captura con salabre no resulta fácil y, además, en el área del azud son pocas las zonas en las que no cubre, lo que imposibilita acceder a los muestreos".

Durante el muestreo realizado se localizaron, además de juveniles de blenio, ejemplares de anguilas y gambeta de agua dulce. "La presencia de este invertebrado acuático pone de manifiesto, además, la buena calidad del agua en este punto", añadió González.

El hallazgo no parece que vaya a ser utilizado por el Gobierno Valenciano para entorpecer las obras del nuevo Azud de la Marquesa, que se encuentran muy avanzadas.

Según informó el director general, la prospección realizada en esta zona ha coincidido con la ejecución de las obras de reconstrucción del Azud de la Marquesa por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar, por lo que "se ha informado" de la presencia de esta especie catalogada a los responsables de este organismo.

El proyecto de rehabilitación del Azud de la Marquesa incluye el mantenimiento del hábitat del blenio de río mediante piedras de escollera justo debajo del hormigón de la nueva presa para evitar erosiones. "Estas piedras podrán ser utilizadas como zona de refugio por los peces", según explicaron las fuentes.

Además, en ningún momento se quedará el cauce seco y se mantendrá una zona inundada de manera permanente. De este modo, la especie siempre dispondrá de hábitat.

"La Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente llevará a cabo prospecciones una vez hayan finalizado los trabajos de reconstrucción para constatar que se sigue manteniendo la población de esta especie protegida en el Azud de la Marquesa", concluyó Alfredo González.