Cualquier posibilidad de ingresar dinero es buena, más en estos momentos de crisis económica, y así lo demuestran los presupuestos de la Universitat Politècnica de València para 2012 en los que no se deja un resquicio para obtener algún euro. Prácticamente ésta todo tasado -la mayoría de conceptos desde hace años- por lo que se paga desde los instrumentales de calibraje que se alquilan, la pertenencia a la asociación de antiguos alumnos, la ocupación del terreno de uso público para mesas y sillas con finalidad lucrativa como las terrazas de los bares (35 euros anuales por metro cuadrado), o el rodaje de películas, fotos y videos publicitarios o comerciales -que deberá tener autorización previa-, con una tarifa de 0,30 euros por día o fracción y metro cuadrado. Y esta año, el uso de las instalaciones deportivas tiene un precio.

Los presupuestos de la Politècnica para este ejercicio, publicados ayer en el diario oficial, ascienden a 350 millones de euros, un recorte del 6,2 por ciento con respecto a los de 2011, motivado por la reducción del 10,1 % de la financiación de la Generalitat, lo que supone una disminución de 26,8 millones -eso si cobran, porque de momento, ninguna universidad pública ha recibido de la Generalitat para poder pagar las nóminas desde noviembre-.

Situación que esta misma semana le ha llevado al rector Juan Juliá, como portavoz de los cinco responsables académicos, a afirmar que la institución académica que dirige "puede estar en riesgo" por falta de liquidez.

Esta partida para gastos de personal representa 180.356.157,48 euros. Frente a 2011, en el que hubo una reducción del 3,93 %, este año sube un millón y medio, pero esta resolución -con fecha del 30 de diciembre pasado- no contempla el tijeretazo que está previsto en decreto del Consell del 5 de enero.

Como en otros años, las tasas es el capítulo más elevado de ingresos, 75,6 millones de euros, sobre todo las que provienen de las matrículas (42 millones).

Pero la Politècnica tiene otros servicios que también le reportan dinero como es la Escola d'Estiu (378.550 euros), la Escola Infantil (217.044) o los convenios con las empresas privadas (1.326.000).

Un capítulo importante es el de los ingresos patrimoniales (1.185.375) que incluye los alquileres de inmuebles (600.000) y los productos de concesiones, como publicó el pasado mes de agosto Levante-EMV. Por ejemplo, algunos pabellones de la Politècnica han servido de colegio electoral para que ciudadanos de otros países que viven en Valencia votaran a sus representantes, o la misma conselleria de Cultura utiliza aulas de Informática para realizar los exámenes de la Junta Qualificadora de Valencià.

Una de las novedades de este año es el abono por utilizar las instalaciones deportivas, con dos modalidades: inscribirse y sacarse la tarjeta con una cuota anual o pagar cada vez que se utiliza una pista. De momento, desde el 1 de febrero, pagarán los profesores y el personal de administración y servicios. A partir de septiembre, con el nuevo curso, les tocará también a los alumnos de la Politècnica.