El exgerente de Emarsa y principal imputado en el saqueo de la depuradora de Pinedo Esteban Cuesta confirmó ayer al juez que existía en Emarsa una trama para desviar dinero del tratamiento de los lodos, que según la investigación, podría superar los 15 millones de euros. Cuesta aseguró que no tenía nada que ver en este "subentramado" de la extinta empresa pública pero que cobró de él 30.000 euros y que le dio otros tantos a un exalto cargo de la Generalitat.

Esta afirmación confirma las denuncias del ex director financiero de la planta, Enrique Arnal, y del exjefe de informática Sebastián García Martínez. Ambos acusaron a Cuesta y a trabajadores del Consell, así como al exalcalde de Manises Enrique Crespo de cobrar comisiones del dinero desviado de tratamiento de fangos. En concreto, según la versión de estos imputados, estas cuatro personas se habrían embolsado 160.000 euros al mes durante años.

"No tengo intervención en el tema de los lodos. De eso se encargaban otros"", dijo el exgerente nada más empezar su declaración. Una vez introducido el tema reconoció que "una de las pocas veces que vi a Ignacio Roca -el empresario en busca y captura por el saqueo- me entregó cuatro tarjetas de Servired a su nombre, en una cuenta de Caja del Penedés de Igualada, para que sacara dinero con ellas para Jose Juan Morenilla -exgerente de la Epsar- y para mí hasta completar la cantidad de 60.000 euros, 30.000 euros por cabeza". El exgerente explicó que sacó el dinero "en cajeros de Casas Ibañez (Albacete) más o menos dos fines de semana al mes, durante el periodo de mayo de 2005 a mayo de 2007". "Este dinero por lo que a mi corresponde lo ingresé en mi cuenta principal de Bankinter como efectivo y los otros 30.000 aproximadamente se los entregué a Morenilla en su oficina o en algunas cafeterías de Valencia", explicó.

Cabe recordar que tanto Sebastián García Martínez como Enrique Arnal denunciaron ante el juez que Cuesta, Morenilla, Crespo y un técnico de la Epsar llamado Ignacio Bernácer sacaron grandes cantidades de dinero con tarjetas de crédito de las cuentas del empresario fugado Jorge Ignacio Roca Samper. En un principio, el exdirector financiero y el exjefe de Informática aseguraron que Cuesta era quien repartía el supuesto dinero defraudado en "cajas llenas de dinero".

Sobre la gestión de los lodos, el exgerente señaló que a él se le "marginó" desde el principio en cualquier control al respecto, y solo tenía que comprobar que hubiera tratamiento y que nunca se superase el gasto de 42 euros por tonelada marcado por el convenio, muy superior a lo que se abona en otras depuradora de la Comunitat Valenciana. Así, indicó que todos los que intervienen en los lodos eran Roca, Morenilla, Bernácer y Crespo y estaban mucho antes de su llegada a Emarsa. "El sistema existía desde antiguo", aseveró.

Morenilla se defiende

Morenilla, que tras su salida de la Epsar pasó a trabajar en la empresa Facsa, a la que adjudicó obras por más de 30 millones de euros cuando trabajaba para la entidad dependiente de la Generalitat, salió ayer al paso de las declaraciones de Cuesta. Morenilla negó "rotundamente" las manifestaciones efectuadas por el exgerente de Emarsa y solicitó al juez licencia para querellarse contra el exdirector financiero y el exjefe de informática.

El exgerente de la Epsar relacionó las manifestaciones de Cuesta con un "fin de venganza" sobre su persona con motivo de su despido cuando la entidad, cuando él era responsable, se hizo cargo de la gestión. "Es totalmente falso y lo sabe", dijo. "No he recibido dinero alguno de Cuesta procedente de tarjeta alguna entregada por Jorge Ignacio Roca, porque nunca he tenido relación personal ni profesional con ese señor a quien busca la justicia por estar fugado", se defendió.

En el mismo sentido también negó cualquier sistema anómalo a lo estipulado en los convenios rubricados por la Epsar, como afirman Cuesta, Arnal y Chanín en su declaración sobre la gestión de lodos. El ex alto cargo de la Epsar recordó que cuando se despidió a Cuesta también se rescindieron los contratos con las empresas de la época del exgerente en Emarsa. Por su parte, el letrado de Morenilla afirmó que ya han solicitado licencia al juzgado para querellarse contra Sebastián García y Enrique Arnal por falsedades y calumnias.

Cuesta volvió a explicar en su declaración que el expresidente de Emarsa y exalcalde de Manises, Enrique Crespo, era la persona que llevaba la dirección de la empresa pública. Enrique Crespo negó las afirmaciones del exgerente y apuntó que no era una "marioneta" y que no autorizó todas las firmas que éste realizó. "No estaba al tanto de las irregularidades cometidas por Cuesta, ni por ninguna de las personas que se han beneficiado", dijo.

Cuesta también quiso hablar sobre los contratos del concejal de Moncada, Luis Botella de las Heras, y de dos personas relacionadas con Crespo, la abogada Leonor Moreno y la periodista Ana María Ríos. "Nunca he necesitado sus servicios", dijo, pero "es cierto y quiero reconocer que alguna vez incluso me llamaron por teléfono para recordarme que podía utilizar sus servicios y les dije que lo tendría en cuenta, pero a mí jamás me han asesorado en nada". "Quien designa esos asesores externos es mi presidente porque según él, van a realizar servicios a la empresa y yo no los conocía antes de trabajar para Emarsa. Desconozco si a él le han asesorado", explicó.

En cuanto a lo que el exgerente ganó en Emarsa, concretó que durante sus cinco años de gerencia percibió transferencias por importe de 355.403 euros. Su nómina ascendió a 10.833 euros en los meses del 2005; 65.000 en el año 2006; 70.000 en 2007; 78.510 en 2008; 79.285 en 2009 y 39.996 en los meses del 2010, con un total aproximado de 343.674 euros. Respecto a los ingresos en efectivo, sumaron en este periodo un total aproximado de 207.000 euros, 177.000 por tiques de comida.