Científicos valencianos adscritos al Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, un centro mixto de la Universitat Politècnica de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han logrado culminar la secuenciación del genoma del tomate en colaboración con más de 300 científicos de 13 países, según anunció ayer en portada la revista "Nature".

Entre las aportaciones destacadas de la investigación sobresale el descubrimiento de que el contenido genético del tomate se habría triplicado en varias ocasiones hace unos 60 millones de años.

Según el investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) Antonio Granell, que ha dirigido la parte española del trabajo, esta cualidad del tomate habría impedido su desaparición en una época en la que se produjo la extinción del 75% de las especies del planeta, incluidos los dinosaurios.

El origen del tomate comercial, según esta investigación, serían unas pequeñas bayas que solo crecían en algunas regiones de América del Sur.