El PP hizo valer ayer su mayoría en el consejo de administración de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) y aprobó la puesta en marcha del expediente de regulación de empleo (ERE) que puede dejar en la calle hasta 1.295 trabajadores. Tras una reunión de más de cuatro horas, en la que nadie se salió del guión, los siete consejeros a propuesta del PP dieron su sí a los despidos y se fueron de la sede de la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia por una puerta trasera -en la principal, centenares de trabajadores los esperaba a puerta gayola desde antes de las 17.00 horas-, en coches de la Policía Autonómica y ocultando el rostro para evitar ser reconocidos. "Doneu la cara" fue, precisamente, el grito más oído cuando el encuentro acabó y gracias los teléfonos en la calle se supo el resultado del mismo.

Los últimos en salir -pasadas ya las 22 horas- fueron el presidente del consejo, Miquel Domínguez, que recibió huevos y agua sobre el coche, y el director general de RTVV, José López Jaraba, que escondió la mirada ante las protestas e insultos y fue obsequiado con el mismo lanzamiento de objetos. Por entonces, dos furgones policiales habían cortado ya la calle Isabel la Católica, por donde salían los vehículos con los consejeros.

Cuando los ánimos empezaron a calmarse, la representante de Intersindical en el comité de empresa Salut Alcover reflejó el tono de la situación ahora que el ERE es administrativamente un hecho: "Esto no ha hecho nada más que empezar. Nos veremos en la negociación, en las movilizaciones y en los tribunales".

El consejo estaba convocado a las 17 horas, pero los movimientos empezaron por la mañana, cuando hizo falta la mediación de la Policía Autonómica para que Domínguez aceptara que dos sindicalistas hablaran antes del pleno. Un discurso encendido que López Jaraba evitó escuchar.

Después entraron dos representantes de la consultura Garrigues -contratada para preparar y tramitar el ERE- y expusieron sus conclusiones durante casi dos horas, que justificaron en base a la auditoría previa realizada por PricewaterhouseCoopers.

Al final, llegó la hora de que los consejeros se manifestaran y el argumento enarbolado por los designados por el PP fue que sin el ERE, la televisión se cerraba y que lo que se votaba era el inicio de la negociación. Domínguez dijo en un receso ante los periodistas: "Es un día triste. Es complicado tomar decisiones que aunque no nos gusten hay que tomarlas". Eso sí, remarcó que "como miembros del consejo tenemos la obligación de votar la propuesta que desde la empresa se nos hace". Deslizó -como marcando distancias con el Consell- que "esa obligación" afecta al menos a los representantes del PP. E ironizó sobre la denuncia de que no se puede revisar tanta documentación en 48 horas: "Hay gente con más capacidad y otra con menos".

Los cinco representantes de PSPV, Compromís y EU pidieron que no se votara y, cuando fue rechazada la demanda, manifestaron su oposición en bloque al ERE. Hoy arranca un difícil periodo de negociación (de un mes) con los trabajadores.

La oposición sostiene que RTVV será más cara

El consejero a propuesta de Compromís, Rafael Xambó, calificó el encuentro de "muy desagradable". "Las cosas no estaban claras", añadió, porque "no hay garantía de que se vaya a ahorrar dinero". Con el nuevo modelo "RTVV será más cara", vaticinó. Xambó aseguró que van a continuar la batalla en la calle y a luchar legalmente "para parar esta barbaridad". La consejera socialista Consuelo Catalá mostró sus dudas sobre la legalidad del consejo. El representante de Esquerra Unida en RTVV, Guillermo Sampredo, explicó por su parte que los consejeros del PP habían alegado que era preciso este ERE por "responsabilidad" y dijo que lamentaba esta decisión que "no va a servir para nada" y encima va a "matar" al ente público.