La población extranjera en los centros penitenciarios de la Comunitat Valenciana se ha multiplicado por cinco en la última década, según revela un informe del sindicato de prisiones Acaip al que ha tenido acceso Levante-EMV. La investigación apunta que uno de cada tres presos de las cárceles valencianas nació fuera de España. La proporción podría ser incluso mayor si se tiene en cuenta la política de Instituciones Penitenciarias de trasladar a las macroprisiones de Castilla y León a los reclusos extranjeros que han delinquido en la Comunitat Valenciana en cuanto se celebra el juicio.

La prisión española con un mayor porcentaje de presos foráneos es la de Dueñas en Palencia, que hace unos meses llegó a alcanzar el 68,50%. Interior justifica este tipo de traslados en que estos internos no reciben visitas porque no tienen familia en España.

El número de reclusos extranjeros ha pasado de 443 en el año 2000 a 2.311 el 1 de junio de 2012 en los siete centros penitenciarios de Valencia, Alicante y Castelló. Los más numerosos por nacionalidades son los internos de Rumanía y Marruecos. Las traducciones en los juzgados también corroboran esta proporción. Los juzgados de Valencia solicitaron entre enero y junio de este año 2.613 interpretaciones y 235 traducciones, siendo el rumano el más solicitado con 736 actuaciones, seguido del árabe con 461.

El informe de Acaip apunta que las prisiones valencianas con un mayor porcentaje de reclusos extranjeros son las de Fontcalent y Albocàsser. El centro penitenciario alicantino encierra actualmente a 366 personas nacidas fuera de España, una cifra que supone el 39,14% del total. La prisión castellonense mantiene entre rejas a 609 reclusos de otros países, un 39,37%. En el centro penitenciario de Picassent hay 700 extranjeros, un 29,20%, frente a 1.697 españoles, un 70,8%.

Saturación de Picassent

El estudio insiste en que la prisión de Picassent tenía el 1 de junio de 2012 una población reclusa de 2.397 internos. El último informe anual de la Defensora del Pueblo alerta de que Picassent es una de las seis prisiones españolas más saturadas. La institución considera «preocupante que en el actual contexto de reducción del gasto público se tomen medidas que dificulten que sean dotadas de forma suficiente y adecuada las plantillas de funcionarios de los centros penitenciarios en funcionamiento o en fase de construcción».

La Defensora del Pueblo incide en que la dotación de las plantillas es imprescindible para garantizar la seguridad en la prisión y los derechos fundamentales de los internos.

El Gobierno confiaba en reducir la saturación de la cárcel de Picassent con la apertura de la de Siete Aguas. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha paralizado el proyecto por falta de presupuesto y la imposibilidad de hacer frente a los compromisos y al calendario de pagos establecidos en el contrato. La delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, reconoció hace una semana que la construcción del centro atraviesa una situación «compleja»

En el caso de Siete Aguas, se expropiaron los terrenos y se terminó la cimentación, «pero las obras están en fase muy embrionaria», según comentó la delegada. El Gobierno ha descartado ejecutar la prisión como estaba prevista, con televisores de plasma y una piscina cubierta. Sánchez de León explicó que cuando el PP ganó las elecciones de noviembre, se reunió con el director de Instituciones Penitenciarias para conocer la situación y éste le comunicó que había 11 cárceles o complejos similares en toda España. y éstos eran «una especie de hoteles de lujo». Ante la situación actual, estos proyectos se han ido ralentizando porque «hay que ajustarse a la realidad», advirtió.