A partir de ahora el pueblo de Catí no será conocido sólo por sus buenos quesos, sino también por el refinado petróleo del Jurásico que esconde en sus entrañas. El presidente del Consejo Mundial del Oro, Ian Telfer, a la sazón gerente de la petrolífera R2 Energy y de Goldcorp, tiene planes muy avanzados para perforar en el subsuelo de esta localidad del Maestrat en busca de hidrocarburos, según confirmaron ayer fuentes de Montero Energy, filial del grupo canadiense en España.

Una compleja operación empresarial está detrás de la búsqueda de crudo en las comarcas del interior de Castelló y por encima de todas ellas emerge la figura omnipotente de Ian Telfer, magnate del oro y el petróleo a nivel mundial. Telfer aparece en la revista «Forbes» como uno de los hombres más ricos del mundo —su empresa mueve un volumen de 54.000 millones de dólares en Wall Street— y tiene en Craig Steinke, administrador único de la madrileña Montero Energy, su mano derecha, tal como avanzó Levante-EMV.

«Queremos ser transparentes, hacer las cosas conforme establece la ley. Ya hemos solicitado 11 permisos de investigación para tomar muestras en toda España. Hay una inversión muy importante en marcha para los próximos años y esto puede ser muy bueno para todas las zonas en las que vamos a trabajar», asegura Rafael López, jefe de Exploración de Montero Energy.

Telfer mantiene estrechos contactos con Halliburton, la empresa que se vio envuelta en el escándalo de las adjudicaciones de pozos petrolíferos tras la guerra de Irak. «Es cierto que guardamos buena relación con ellos. Tienen la mejor tecnología del mundo y nos aprovechamos de eso», asegura López.

De momento, la compañía canadiense que pretende explotar los yacimientos castellonenses ya ha entregado al Consell los 50.000 euros de aval necesarios para optar a los permisos de investigación y el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana ha publicado la solicitud de los permisos. A partir de ahora se abre un plazo de 60 días para las alegaciones de los municipios afectados —unos 40 en Castelló, además de Catí— y para que otras empresas interesadas puedan concurrir al proyecto. Luego el Consell elegirá la oferta más interesante y comenzará la fase de investigación.

«Estamos seguros de que en Catí, por ejemplo, hay petróleo. En 1977 se perforó en ese punto y se llamó Maestrazgo Número 1 al pozo abierto», explica López. En aquella ocasión la empresa Shell Oil halló centenares de metros cúbicos de petróleo en el subsuelo de aquella localidad castellonense, pero la empresa norteamericana decidió aparcar la operación por ser demasiado cara y optó por centrarse en Oriente Medio, donde había grandes «elefantes» ya identificados. «En nuestro argot elefante quiere decir un yacimiento enorme de más de 100 millones de barriles», aclara el geólogo de Montero Energy.

Trabajo de prospección

Hoy, con la crisis y la escasez de crudo en todo el mundo, las empresas petrolíferas vuelven a poner sus ojos en el Maestrat, donde se sabe que hay reservas de crudo, aunque aún por cuantificar. «Eso es lo que vamos a averiguar ahora, cuánto petróleo hay allí abajo», dice López.

El primer paso, una vez que el Consell autorice la fase de investigación, será el de recogida de muestras en los puntos del interior de Castelló en los que se sospecha que hay petróleo. Para ello, los geólogos removerán la tierra a un nivel muy superficial.

Al menos un año después comenzará la fase de sondeos, es decir, la perforación efectiva del suelo para localizar yacimientos de petróleo o de gas. La compañía canadiense prevé una inversión inicial de 10 millones de euros y guarda en el más absoluto secreto esta fase de la operación, la más delicada, ya que «otras empresas podrían copiar nuestra tecnología de extracción», dice López. Por último, se pasaría a la fase de producción o explotación del yacimiento.