Las Corts completaron ayer la elección de los integrantes del órgano de gobierno de la nueva RTVV pero los escogidos no tienen nada que gobernar. La empresa todavía no ha nacido. Es la primera constatación del surrealismo que marca la vida de la radiotelevisión pública valenciana. El segundo elemento que consagra el absurdo es que el PP, que el día anterior rompió el pacto con la oposición y se negó a votarles a sus candidatos, ayer los avaló. Y un tercer elemento que desafía la lógica: el postulado por Compromís y actual consejero en la RTVV en fase de liquidación, Rafael Xambó, ha sido elegido con los votos del PP „además de los del PSPV y EU„ pero sin el apoyo de Compromís.

Por partes. La oposición había dejado en evidencia al PP el martes al votar la lista de ocho consejeros (incluidos los cuatro populares), mientras que el partido que tiene la mayoría absoluta rompió el pacto de consenso y sólo avaló a sus propios candidatos. Fue la respuesta, según el PP, a la negativa de la izquierda a votar a la directora general. Elegido medio consejo, al haber cosechado los tres quintos necesarios en primera votación, ayer, quien dio la sorpresa fue el PP. Rectificaron y sumaron sus votos a la oposición en la elección de los cuatro vocales de la izquierda: Rosa Solbes y Xelo Miralles (por el PSPV), Manuel Jardí (EU) y Rafael Xambó (Compromís). Lograron 85 votos. La candidata a directora general, Rosa María Vidal, también resultó elegida al lograr 53 votos. En la segunda votación bastaba con la mayoría absoluta.

El cambio de actitud del PP es una desautorización a Rafael Maluenda, que había llevado la estrategia, pero también una rectificación en toda regla del presidente Alberto Fabra, que dio por buena la decisión del portavoz adjunto en la reunión de grupo. En la decisión de Fabra influyó la conversación que mantuvo con Vidal, quien le trasladó su malestar por el mal pie con el que estaba empezando su etapa en RTVV con la bronca parlamentaria del martes, según informaron fuentes de la Generalitat. Su gestión está por ver, pero el lunes, en su comparecencia en comisión para someterse al examen previo que marca la ley, mandó gestos de buena voluntad a la izquierda y proclamó su «independencia». «Mis jefes no están en el Consell», llegó a decir. También dejó claro que no había aceptado el reto por interés económico „perdía dinero„ sino porque le motivaba, aunque dejó claro que no a cualquier precio.

Con todo, en el PP hubo dos fugas. Diputados de la oposición aseguraron en privado haber sido testigos de cómo el expresidente Camps y Rita Barberá optaron por papeletas en blanco. Tampoco los diputados de Compromís votaron la lista de en la que figuraba su propio candidato. Su portavoz, Enric Morera, explicó que se negaban a participar en una votación «fraudulenta» porque no era una candidatura conjunta, sino media, dado que los propuestos del PP ya habían sido elegidos. Morera no considera contradictoria su posición. «Xambó es un candidato independiente», matizó.