Alfonso Rus lo ha calificado como «el proyecto más ambicioso de la Diputación de Valencia». Se trata del plan de eficiencia energética que contempla sustituir hasta 150.000 bombillas actuales del alumbrado público de los municipios valencianos por bombillas LED de sustitución directa con el objetivo de reducir la factura eléctrica. El presupuesto es de 30 millones de euros. Pero informes técnicos cuestionan su validez técnica e incluso su misma legalidad. Un informe realizado y firmado por el ingeniero técnico municipal de Villar del Arzobispo desaconseja al ayuntamiento que se acoja al plan provincial, subvencionado al 66 %, con una batería de argumentos sacados de la experiencia.

El técnico explica que, ya en 2009, el consistorio hizo distintas pruebas para ahorrar luz. En los casos en que se optó por la solución que ahora propone la diputación, al cabo de dos años se han detectado los siguientes resultados: «De las dos bombillas colocadas, una dejó de funcionar en dos ocasiones y según el suministrador fue por problemas en el equipo electrónico»; el flujo luminoso total de la lámpara LED «es inferior» a la bombilla existente; «da lugar a una luz muy fría»; arroja «sombras producidas por la estructura de la envolvente de la luminaria y a mayores pérdidas de flujo luminoso»; así como que «la pérdida de nivel luminoso en el punto medio entre dos luminarias es muy elevada, de tal manera que no se consigue la uniformidad mínima necesaria».

El técnico, además, cuestiona la legalidad del cambio que propone la diputación de mantener la farola y la luminaria (la cabeza de la farola) y poner una bombilla para la que no se pensó dicha luminaria. En un acto celebrado el pasado 31 de julio en la Cámara de Comercio de Valencia, dice, se preguntó a los técnicos de la Agencia Valenciana de la Energía (AVEn) si este cambio se ajustaba a la reglamentación vigente. «La respuesta de los técnicos de la AVEn fue que la sustitución directa de lámparas de descarga por bombillas LED sí cumpliría las normas se se aporta certificado del fabricante de la luminaria en el que se acredite que, con el cambio introducido a la luminaria, se mantienen las prestaciones para las que fue construida», indica el ingeniero.

Y añade: «Conseguir que cualquier fabricante certifique su producto con una bombilla de otro fabricante no es tarea fácil y, para nuestro caso, el fabricante de las luminarias que disponemos no está por la labor».

Después de explicar que el futuro de la iluminación de exteriores es la tecnología LED, pero «en alumbrados nuevos pensados y diseñados para la utilización» de esta tecnología, el informe técnico arroja la conclusión final: «Para nuestro caso en que el diseño de la red de alumbrados exteriores se hizo a partir de una determinada luminaria de descarga y en base a las pruebas realizadas, la sustitución directa por bombillas LED en las luminarias existentes no permite mantener las prescripciones establecidas en el Reglamento de Eficiencia Energética en Alumbrados Exteriores».

El informe, fechado a 5 de septiembre y avalado por la Oficina Técnica de Ingeniería Cataliaga SL, ha sido presentado ante la Diputación de Valencia.