Los modelos meteorológicos anticipaban ayer la posibilidad de que a partir del próximo viernes confluyan sobre el litoral mediterráneo todos los elementos que conforman la conocida popularmente como "gota fría", con precipitaciones que podrían ser muy fuertes.

La responsable de esta situación de inestabilidad que debe concretarse todavía en las próximas horas, es una profunda vaguada que traerá a la península un activo frente a partir de hoy, con precipitaciones que pueden ser relevantes en el interior del país.

Este frente entrará hoy miércoles por Galicia y avanzará lentamente. El jueves puede regar la mitad oeste de la Península para llegar el viernes, más debilitado a zonas del sur y del Mediterráneo.

Sin embargo, lo destacable de esta situación es la posibilidad de que se forme una borrasca o DANA (depresión aislada en niveles altos) de la atmósfera que impulsaría vientos de componente marítimo y enviaría lluvias a toda la mitad este.

La DANA o "cuasi DANA" -los modelos no se ponen de acuerdo en anticipar si se estrangulará del todo- aporta el frío en altura mientras que su reflejo en superficie borrasca- impulsa los vientos húmedos y cálidos propiciados por el todavía cálido Mediterráneo.

Sin embargo las cantidades de lluvia, su intensidad y las zonas preferentes de descarga dependerá de si la DANA se estrangula o no totalmente y de su situación exacta sobre el sureste español.

De momento, la Agencia Estatal de Meteorología ya anticipa en sus predicciones oficiales esta posibilidad.

En el pronóstico para la Comunitat Valenciana está prevista la llegada el viernes del frente nuboso, que generaría lluvias en general débiles "más probables a partir de la tarde".

El viento soplará del sur para girar a componente este a ultima hora coincidiendo con la formación de la DANA y su borrasca asociada.

Así, en su pronóstico para el sábado, la Aemet prevé cielos "nubosos a muy nubosos con precipitaciones localmente moderadas con posibilidad de ser fuertes".

Déficit hídrico

Pese la mejoría que supuso el episodio de lluvias de finales del pasado mes de septiembre, los embalses del Júcar siguen arrastrando las consecuencias de la sequía meteorológica registrada en el último año hidrológico. A día de ayer había almacenados en los pantanos de la cuenca 1.210 hectómetros cúbicos sobre una capacidad total de 3.336 hm3 mientras que en la misma fecha de 2011 el agua almacenada ascendía a 1.607 hectómetros cúbicos.