Los calles céntricas de Valencia se convirtieron ayer en una auténtica marea humana media hora antes de comenzar la manifestación de la capital del Túria (18.30 horas) que ponía el punto final a la jornada de huelga general del 14N. Miles de personas, sin registrarse incidentes, recorrieron en poco más de dos horas el trayecto comprendido entre la plaza de San Agustín y el principio del paseo de la Alameda en la movilización que registró una afluencia similar a la del 29 de marzo y que los organizadores (UGT, CC OO, Intersindical Valenciana, USOCV y CGT-PV) elevaron hasta las 350.000 personas, cifra que rebajó la Delegación del Gobierno hasta las 50.000 y la Policía Local, a 30.000.

Nos dejan sin futuro era el lema de la pancarta que abría la manifestación y que sostenían los secretarios generales de UGT, Conrado Hernández, así como los de CC OO, Paco Molina e Intersindical, Vicent Mauri, entre otros dirigentes. Familias con niños de corta edad, estudiantes, jubilados o trabajadores que se sumaron tras concluir su jornada laboral fueron sumándose a esta concentración que también contó con la presencia de plana mayor del PSPV (con Ximo Puig a la cabeza), así como con líderes de Esquerra Unida o de Compromís.

La marcha transcurrió bajo una estrecha vigilancia policial, incluido un helicóptero de la Policía nacional. Algunos comercios (como Apple Store), bares y cafeterías cerraron sus puertas, mientras otras firmas como El Corte Inglés optaron por mantener abiertos sus establecimientos. Un camión con potentes altavoces emitiendo canciones tradicionales del movimiento obrero, banderas tricolores y pancartas con críticas a las reforma laborales del Gobierno del PP acapararon el protagonismo y las principales reivindicaciones de los manifestantes. «Estos no es una crisis, es una estafa!», gritaban algunos asistentes.

Petición de referéndum

En sus intervenciones, los líderes sindicales exigieron al Gobierno una consulta para determinar si la ciudadanía apoya su vía de reformas para reducir el déficit. Al término de la manifestación, Hernández, Molina y Mauri leyeron un manifiesto donde se aseguraba que la huelga general «ha tenido un éxito de participación que ha quedado demostrada con la presencia de centenares de miles de personas» en toda la Comunitat Valenciana. En Alicante, según los sindicatos, participaron 150.000 personas y en Castelló, unas 50.000.

Los representantes de los trabajadores acusaron al Gobierno de España de adoptar decisiones políticas que afectan al Estado de bienestar «con total falta de transparencia y un ocultismo deliberado como ocurre con la secreta negociación del rescate a la economía española». Y criticaron decisiones como la subida del IVA, la reactivación del sistema bancario con fondos públicos, la reforma del código penal o el establecimiento de la «justicia para ricos»mediante un sistema de tasas. En su opinión, constituyen un «fraude electoral» que requiere una nueva consulta ciudadana. Tampoco faltaron críticas al Consell que preside Alberto Fabra. En su opinión, la Generalitat «ha actuado sin piedad» contra los trabajadores de la función pública y de empresas de la administración autonómica. El secretario general del PSPV aseguró que esta gran movilización demuestra que Mariano Rajoy y Alberto Fabra deben cambiar sus políticas.